'El Bribón', embarcación en la que navega el Emérito, se ha proclamado vencedora del Trofeo InteRías, mientras que el monarca ha recibido un reconocimiento por su contribución a la vela y su labor de embajador de Sanxenxo y de Galicia como destino turístico
MADRID, 23 May. (CHANCE) -
Han sido cuatro días inolvidables, pero también de una actividad frenética en los que el Rey Juan Carlos ha exprimido al máximo cada minuto, dispuesto a disfrutar de sus amigos, de la vela, de Sanxenxo, del cariño de la gente y de algún miembro de su familia - como la Infanta Elena y su nieto, Pablo Urdangarín - antes de poner fin a su breve visita a España con un almuerzo privado en el Palacio de la Zarzuela con el Rey Felipe VI y la Reina Sofía. Después, y este mismo lunes, el Emérito pondrá rumbo a Emiratos Árabes, donde tiene establecida su residencia de forma estable.
Desde que pisó suelo español el pasado jueves, son numerosas las imágenes para el recuerdo que nos ha dejado el monarca de su regreso a nuestro país 1 año y 9 meses después de su marcha. Su emocionante bajada del avión sin ayuda - a pesar de sus evidentes dificultades para caminar - y su cariñosísimo abrazo con su hija Elena a pie de pista; su felicidad al ser aplaudido y vitoreado por el pueblo de Sanxenxo a su llegada; su emotivo reencuentro con su íntimo amigo, Pedro Campos, y el resto de la tripulación de 'El Bribón'; su vuelta a la competición capitaneando dicha embarcación después de más de tres años sin regatear; su orgullo al presenciar desde las gradas un partido de su nieto Pablo Urdangarín con el Barça B de balonmano...
Momentos muy especiales que se quedarán en la retina de Don Juan Carlos para siempre y cuatro días únicos a los que ha puesto el broche de oro este domingo recibiendo un premio por su contribución a la vela y por convertirse en el mejor embajador turístico posible para Sanxenxo y Galicia, además de recoger, en nombre de la tripulación de 'El Bribón', el Trofeo InteRías.
Pero antes, y demostrando su buena forma física, el Emérito cumplió con lo 'prometido' y se puso a los mandos de 'El Bribón' - el sábado no pudo ya que las regatas se suspendieron por condiciones climatológicas desfavorables - capitaneando la embarcación de su amigo Pedro Campos durante varias horas. A pesar de quedar en cuarta posición, su barco se alzó con la victoria en la clasificación final tras imponerse en las pruebas del viernes. Feliz y con una inmensa sonrisa era Don Juan Carlos el encargado de recoger el Trofeo InteRías, recibiendo los aplaudos de todo el Club Náutico de Sanxenxo.
Sin duda, un final inmejorable para su regreso soñado, que concluía con una merienda en la intimidad con los miembros de la tripulación del 'Bribón', de los que se despedía cariñosamente. Este lunes está previsto que el monarca viaje a Madrid a primera hora para reunirse, en el Palacio de la Zarzuela, con el Rey Felipe VI y la Reina Sofía. Un reencuentro que el Emérito ha confesado que afronta con "ganas de ver y abrazar a la familia".
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