El Emérito, muy emocionado, ha recibido la primera medalla de oro que concede la Real Federación Gallega de Vela durante la entrega de los premios de las regatas en el Real Club Náutico de Sanxenxo
MADRID, 30 Sep. (CHANCE) -
Ajeno al tsunami mediático que se ha desatado tras la publicación de sus imágenes en actitud cariñosa con Bárbara Rey en una revista holandesa, el Rey Juan Carlos ha disfrutado de un fin de semana muy especial en Sanxenxo en el que ha vivido dos momentos inolvidables.
El viernes por la tarde, como reacción de Casa Real a sus instantáneas con la vedette y dejando claro que no han afectado en absoluto a la institución, el Emérito se reencontraba con la Princesa Leonor y los Reyes Felipe y Letizia en la Escuela Naval de Marín, donde la heredera al trono ingresó el pasado 29 de agosto para continuar con su formación militar en la Armada.
Una reunión de carácter íntimo de la que no han trascendido imágenes, y tras la que Don Juan Carlos reaparecía públicamente este domingo, tranquilo y sonriente, en la entrega de premios de la IX Regata Rey Juan Carlos-El Corte Inglés Máster que tuvo lugar en el Real Club Náutico de Sanxenxo. Una ceremonia en la que su Majestad recibió una inesperada sorpresa por parte de la Federación Gallega de Vela, que le entregó la primera medalla de oro que conceden por ser "deportista, promotor y embajador del deporte en todo el mundo".
Sentado sobre un taburete durante todo el acto por sus problemas de movilidad, el padre de Felipe VI recogió este reconocimiento con la mejor de sus sonrisas, muy emocionado por esta muestra de cariño de la vela gallega en un momento especialmente controvertido para él por la salida a la luz de sus instantáneas junto a Bárbara Rey en la terraza de la casa de la artista en Boadilla del Monte en 1994. Unas imágenes que ha vendido Ángel Cristo Jr., por las que la vedette va a emprender medidas legales contra su hijo, y sobre las que el Emérito no se ha pronunciado por el momento.
Cercano y relajado, Don Juan Carlos derrochó simpatía con los galardonados, especialmente con unos niños y un joven con síndrome de down con los que intercambió confidencias sin dejar de sonreír durante el acto, chocando la mano con gesto juvenil a los miembros de su tripulación, junto a los que posó tras recoger el trofeo luciendo orgulloso su medalla de oro de la Federación Gallega de Vela colgada del pecho.
Una vez concluida la entrega de premios, el Emérito abandonaba el Club Náutico de Sanxenxo vitoreado y aplaudido por varias personas, que no dudaban en mostrarle su apoyo incondicional al grito de '¡Viva España!'. Sonriente y emocionado por estas muestras de cariño en este momento convulso en el que vuelve a estar en el ojo del huracán publico cuando sus visitas a nuestro parecían normalizadas, Don Juan Carlos ha revelado cómo está siendo su estancia en la localidad gallega tras su reunión con los Reyes y la Princesa Leonor: "Muy bien, estupendo" ha respondido a las preguntas de la prensa.