MADRID, 23 Jun. (CHANCE) -
Mucho se ha hablado de la graduación de Irene Urdangarín hace justo una semana en Ginebra. Una celebración que fue mucho más allá del fin de la etapa escolar de la hija menor de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín en el prestigioso centro Ecolint; y es que días antes -el 5 de junio- la sobrina de Felipe VI cumplía la mayoría de edad y gran parte de su familia se desplazó hasta Ginebra para estar presentes en un momento tan especial para la joven, que consiguió reunir a sus seres queridos en un reencuentro que ha dado mucho que hablar.
La cordialidad fue la tónica dominante entre los ex duques de Palma, inmersos en un proceso de divorcio que por el momento no han firmado al no llegar a un acuerdo y que sin embargo dejaron a un lado para que su hija viviese un día feliz ajena a su desencuentro. Iñaki también se vio las caras, después de más de 5 años, con el Rey Juan Carlos, y aunque hubo cierta tensión en su esperado cara a cara, mantuvieron una breve conversación -en presencia del resto de su familia- en la que el vitoriano se interesó por la salud de su todavía suegro.
Y ahora os mostramos las imágenes de los Urdangarín Borbón llegando a Ginebra para esta celebración tan esperada. Unas instantáneas inéditas en las que vemos cómo, un día antes de la graduación, la Infanta Cristina y su exmarido, acompañados por sus hijos, aterrizaban en la ciudad suiza, donde también hacía su aparición la Reina Sofía en solitario.
A mediodía del 15 de junio era la hermana de Felipe VI la que volaba a Ginebra desde Madrid tras celebrar su 58 cumpleaños días antes en Córdoba con sus hijos. Lo hacía relajada, con atuendo informal a pesar de su inminente reecuentro con Iñaki, y acompañada de Miguel e Irene Urdangarín -con camisa celeste y pantalón azul marino- muy pendientes de su madre en todo momento.
Poco después era la Reina Sofía, muy unida a su hija Cristina y a sus nietos, aterrizaba en Ginebra en la ciudad acompañada tan solo por sus escoltas y con una sonrisa que sin duda es el mejor reflejo de su ilusión por poder estar presente en la graduación de la joven.
Iñaki llegaba en último lugar a la celebración, muy serio y sin ocultar su nerviosismo, acompañado por su madre, Claire Liebaert, y su segundo hijo, Pablo, que acaba de fichar por el Granollers de balonmano tras dos temporadas en el Barça y podríamos decir que es el más cercano a su padre.