MADRID, 20 May. (CHANCE) -
La Infanta Elena y el Rey Juan Carlos tienen una relación muy especial. Es indudable, y han presumido de su complicidad en incontables ocasiones. Muy parecidos y con las mismas aficiones, la Duquesa de Lugo siempre ha sido el 'ojito derecho' del Emérito y una de las personas más cercanas a su padre.
Por ello, sus visitas a Emiratos Árabes han sido habituales desde que Don Juan Carlos abandonó nuestro país en agosto de 2020, y siempre que su agenda se lo ha permitido, Doña Elena ha viajado hasta Abu Dabi - sola en compañía de su hermana, la Infanta Cristina - para ver a su padre.
Por lo tanto, a nadie ha extrañado que la hermana de Felipe VI se haya desplazado hasta Sanxenxo para estar al lado del Emérito durante su regreso a España. Muy emocionada, la Duquesa de Lugo recibía a su padre a pie de pista en Vigo, protagonizando un emotivo reencuentro con el que sobraban incluso las palabras, y con él ponía rumbo a la casa de Pedro Campos, donde ambos se alojarán hasta el próximo domingo.
Tal y como estaba previsto, el Rey ha llegado al Club Náutico de Sanxenxo en torno a las 12.30 horas de este viernes para participar, al timón de 'El Bribón', en la Copa de España de vela. Decenas de personas aguardaban expectantes la aparición de Don Juan Carlos, vitoreándolo y aplaudiéndole al grito de consignas como "¡Viva el Rey!" y "¡Viva España!".
Un momento único e histórico del que la Infanta Elena, en un discreto segundo plano, ha sido testigo de excepción. Feliz y muy emocionada, la madre de Victoria Federica asistía con una inmensa sonrisa a este espontáneo homenaje a su padre, fiel reflejo del cariño que buena parte de nuestro país tiene por el Emérito.
Al igual que Don Juan Carlos, está previsto que Doña Elena regatee esta tarde en la misma embarcación que su padre, y ya preparada, lució un look de lo más deportivo a juego con el resto de la tripulación del 'Bribón', además de una gorra roja para protegerse del sol.