MADRID, 16 Dic. (CHANCE) -
La infanta Elena ha vuelto a la primera fila en lo que a solidaridad se refiere, presumiendo una vez más de su compromiso con las causas benéficas, que apoya siempre que tiene ocasión. Así, la hermana del Rey Felipe VI no ha dudado en hacer un hueco en su apretada agenda para capitanear este fin de semana el mercadillo solidario navideño organizado por la Fundación MAPFRE -de la que dirige el área de Proyectos Sociales y Culturales-, cuyos beneficios en esta ocasión han ido a parar a la Asociación AdELA, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para mejorar la calidad de vida de los enfermos de ELA.
Relajada, sonriente y más cercana que nunca, la hija del Rey Juan Carlos ha formado parte del nutrido grupo de voluntarios que ha atendido a los visitantes que han acudido a su cita en el Hotel Wellington, donde ha estado abierto el mercadillo durante todo el domingo y al que se han acercado diferentes rostros conocidos como el pianista Pablo Sebastian o Juan Miguel, el exmarido de Karina.
Con un polo corporativo de la Fundación Mapfre -como muchos de sus compañeros-, el pelo recogido en una sencilla coleta, y sin gota de maquillaje, Doña Elena ha atendido uno de los puestos, concretamente el de dulces y pasteles, encargándose personalmente de despachar los productos y obsequiando a los visitantes con su mejor sonrisa.
Presumiendo de la buena relación que mantiene con sus compañeros de trabajo, la madre de Victoria Federica no dudó en posar para una fotografía de grupo, inmortalizando esta cita solidaria tan especial en la que en esta ocasión no hemos visto a ningún miembro más de la familia del Rey pero en la que la infanta se movió como pez en el agua derrochando simpatía y risas con todos los asistentes.