MADRID, 18 Mar. (CHANCE) -
La infanta Elena ha vuelto a demostrar la especial relación que tiene con el Rey Juan Carlos al desplazarse este fin de semana a Sanxenxo para estar con su padre en esta nueva visita del Emérito a nuestro país. Tras varios días en los que han compartido jornadas de regatas y cenas en conocidos restaurantes de la localidad gallega, este domingo volvían a decirse adiós (o más bien 'hasta luego', porque todo apunta a que el padre de Felipe VI regresará a España a principios de abril para asistir al funeral en memoria de su sobrino, Fernando Gómez-Acebo, fallecido el pasado 1 de marzo).
Mientras Don Juan Carlos no ha viajado a su residencia en Abu Dabi sino a Ginebra, donde cada vez pasa más tiempo y donde se encontraría en estos momentos visitando a su otra hija, la infanta Cristina, doña Elena ha retomado sus compromisos profesionales con las pilas cargadas tras este esperado reencuentro familiar en el que ha podido disfrutar de su padre y de una de sus grandes pasiones, la vela.
Y lo ha hecho en Toledo, donde ha inaugurado la nueva sede de Down Toledo en el Barrio del Polígono, y ha presidido la entrega de los reconocimientos sociales de la la Fundación Mapfre a personas con Síndrome de Down. Un acto en el que la hemos visto especialmente feliz, cercana y derrochando gestos de cariño y sonrisas con los diferentes galardonados, y en el que ha destacado por su elegancia con un sobrio conjunto de pantalón tipo sastre en gris plomo, blusa estampada, blazer negra y un vistoso broche en color rojo en la solapa.
Cargando el vídeo....