MADRID, 28 Dic. (CHANCE) -
Dos días después de la misa tradicional de la realeza británica en el día de Navidad, donde Kate Middleton acaparaba las miradas de todos los miembros de la familia real británica con su vestido en un verde muy navideño, acorde con las fiestas, la duquesa de Cambridge y los príncipes William y Harry, acudieron este pasado domingo 27 de diciembre a un servicio religioso en Sandringham.
Y como no, Catalina volvió a ser el centro de atención de todas las miradas de los curiosos y de las cámaras con un conjunto de chaqueta corta y falda larga en tweed marrón, con botas altas y un sombrero en negro con decoración de flores.
Como es habitual en la esposa de William, se acercó a los que llevaban horas esperándoles y recibió un ramo de flores amarillas antes de entrar en Santa María Magdalena, donde a principios del pasado verano bautizó a su hija, Charlotte. Por cierto, fueron los pequeños George y Charlotte los únicos ausentes en esta reunión navideña con la que la realeza británica cumple anualmente.
Mientras que los más jóvenes optaron por dar un paseo, la reina Isabel II y el príncipe Felipe, sus hijos Carlos, Andrés y Ana, además de la princesa Beatriz y Zara y Mike Tindall se decantaron por el coche.
Por otro lado, hace tres días, la cuenta de Instagram de Kensington Palace compartía con sus millones de seguidores una bonita instantánea de los jardines de la residencia real con parte de Londres de fondo y un enorme abeto decorado con cientos de luces.
Además, colgaban una instantánea del primogénito de Lady Di hablando por teléfono con Henry Worsley, patrón de la expedición Shackleton Solo, al que enviaba un cariñoso mensaje de apoyo.