MADRID, 25 Sep. (CHANCE) -
La princesa Kate ha visitado una prisión de mujeres. La duquesa de Cambridge realizó esta mañana una visita a la cárcel femenina Send Prison, a las afueras de Londres para hacer hincapié en la relación directa entre los problemas de adicción y la delincuencia.
"Me acordé hoy de cómo las adicciones están en el corazón de tantos problemas sociales y cómo el abuso de sustancias puede desempeñar un papel tan destructivo en la vida de las personas vulnerables. Volví a ver que una falta de intervención temprana para hacer frente a problemas de salud mental y otros problemas pueden tener profundas consecuencias para las personas durante toda su vida", decía la mujer del príncipe William en un comunicado difundido a la prensa, ya que las cámaras y los reporteros no pudieron acompañar a su alteza real.
Kate Middleton agradeció haber podido hablar con todas esas mujeres y que compartieran sus complicadas situaciones personales con ella. "Es alentador ver cómo las organizaciones están ofrenciendo apoyo especializado, para ayudar a la gente a romper el ciclo de la adición y buscar una vida positiva y libre de crímenes", añadía la duquesa de 33 años, testigo de los avances que el Plan de Rehabilitación de Presos Adictos (RAPT) está llevando a cabo en 26 cárceles de Reino Unido. Según las estadísticas, en Inglaterra la mitad de los encarcelados cumplen condenas relacionadas con el consumo abusivo de las drogas, mientras que el alcohol es un factor determinante en la mitad de los crímenes violentos.
Esta visita oficial se produce un día después de conocer la ruptura de la relación de su hermano James con la presentadora Donna Air. Parece ser que la decisión fue tomada por el joven de 28 años hace dos semanas y la chica se ha quedado con el corazón partío. El diario The Sun asegura que la separación es una consecuencia de lo mucho que Donna habla del hermano de la princesa y, casualidades de la vida, coincide con la publicación en You de una entrevista en la que la conductora de 36 años se explaya en dedicarle unos cuantos piropos a su ex.