MADRID, 5 Nov. (CHANCE) -
El pasado miércoles los Reyes de Holanda llegaban a Japón donde estuvieron tres días en visita oficial, luego aterrizaron en Corea donde también están pasando unos días de visita oficial.
PRIMER DÍA DE VISITA EN JAPÓN
La llegada de Máxima a Tokyo trajo una doble sorpresa: la presencia de la Princesa Masako en los actos debido a la buena relación que mantiene con la monarca holandesa y la coincidencia de ambas en el color de sus vestidos.
La Princesa Masako quiso tener una deferencia con la Reina Holandesa eligiendo el color naranja, una forma de agradecerle a Máxima la preocupación y lo atenta que ha estado siempre con ella debido a la depresión que ya sufre desde hace años.
SEGUNDO DÍA DE VISITA EN JAPÓN
El pasado jueves los Reyes de Holanda acudían a los diferentes actos organizados para su segundo día de visita a Japón: Una visita a un centro de desarrollo tecnológico, un almuerzo con los emperadores en el Palacio Imperial y un encuentro con el Primer Ministro.
Sin duda alguna la anécdota del día fue la espontánea sonrisa de Máxima de Holanda en un país donde la tradición es controlar las emociones. Para el primer acto, Máxima lució un vestido verde con peplum y complementos en color granate. Destacaron los pendientes de esmeralda y el broche en forma de mariposa. Para la reunión con el Primer Ministro, Shinzo Abe, la Reina se decantó por un vestido color nude con poncho- capa e incrustaciones.
TERCER Y ÚLTIMO DÍA DE VISITA A JAPÓN
El pasado viernes los Reyes de Holanda ofrecieron a la Familia Imperial de Japón un concierto a modo de despedida y agradecimiento por los tres días de visita oficial al país nipón. Sin embargo se echó en falta la presencia de los príncipes herederos Naruhito y Masako, quienes sí estuvieron en el recibimiento en el aeropuerto de Tokyo y en la cena posterior de gala.
VISITA A COREA
El domingo continuaron con su recorrido por Oriente. Los Reyes de Holanda aterrizaban en Seúl, capital de Corea del Sur, en lo que era el principio de un viaje de estado de dos días. Como siempre la Reina holandesa sorprendió con sus originales vestuarios y su simpatía. Fueron recibidos por la presidenta Park Geun-Hye en la Casa Azul.
Para la ocasión Máxima optó por un baby-doll beige con original estampado verde esmeralda y dorado. Además de los encuentros con empresarios y políticos han podido visitar algunas de las joyas arquitectónicas de la capital surcoreana como el Palacio Real de Gyeonbok.
Durante esta visita los Reyes se comportaron como unos turistas de lujo en Corea. En esta ocasión Máxima volvió a destacar por su simpatía y espontaneidad y es que durante su recorrido por el Palacio, tanto Máxima como Guillermo tuvieron que pasar agarrados de la mano y muy sonrientes por una minúscula puerta.