MADRID, 9 Mar. (CHANCE) -
Por fin se han encontrado cara a cara. Aunque en su día formaron el cuarteto de los 'cuatro fantásticos', cuando llegó la polémica Meghan Markle y Kate Middleton rompieron aparentemente su relación y no se las había vuelto a ver juntas desde el año pasado, apuntando a los duques de Cambridge como principales culpables de la decisión de los duques de Sussex de abandonar la corona como miembros senior.
Sin embargo, hoy ambas partes han vuelto a coincidir en la Abadía de Westminster con motivo del Día de la Commonwealth, en lo que se ha convertido en una despedida de Harry y Meghan de los actos institucionales antes de volver a poner rumbo a Canadá y desprenderse de sus derechos y obligaciones el próximo 31 de marzo.
El encuentro entre las cuñadas y generado muchísimas expectación en Reino Unido, convirtiéndose el encuentro en un auténtico duelo de estilo por las dos partes.
Ambas han mostrado su mejor sonrisa y su lado más cercano, repitiendo incluso gestos a la salida de la Abadía, donde se han encontrado con un grupo de niñas que le han hecho entrega de unos ramos florales. Eso sí, ha evitado la imagen juntas y no se las ha visto juntas durante el acto.
Para la especial ocasión, Meghan Markle ha acaparado miradas con un impresionante diseño de Emilia Wickstead, una de las firmas más recurridas por su cuñada. Ha elegido un diseño verde de corte midi, cuerpo entallado, manga larga y falda lápiz con corte a la cintura. Pero la parte más llamativa del diseño es una capa asimétrica que parte del cuello y cae hasta por debajo de la cadera, convirtiéndose así en la favorita de los objetivos.
Cumpliendo con el protocolo, ha lucido un tocado tipo casquete en el mismo color del vestido, adornado con velo de red y un gran lazo. Para terminar su look ha escogido unos salones nude de Aquazzura y un bolso en verde botella de Gabriella Hearst. Su estilismo le ha valido el aplaudo de la crítica y le ha servido para abandonar Reino Unido por la puerta grande.
Kate, fiel a su estilo, ha recurrido al rojo para el encuentro con su cuñada. Ha rescatado un abrigo burdeos de corte clásico en terciopelo y con doble botonadura. Un diseño de Catherine Walker. Ella ha optado por un tocado tipo platillo con aplicaciones florales. Salones en el mismo tono al abrigo y bolso de mano también de terciopelo aunque en un tono más oscuro. Ha dejado que el protagonismo recaiga en unos pendientes largos de brillantes.
El último duelo de las mujeres de Harry y William, que no sabemos cuando volverán a encontrarse ante los focos públicos.