MADRID, 25 Ago. (CHANCE) -
El rey de Marruecos, Mohamed VI navegaba el pasado 7 de agosto por aguas ceutíes, cuando una embarcación de la Guardia Civil se dirigió a su lancha y el sargento pidió a los ocupantes que se identificasen. Aún estaba el sargento hablando cuando un hombre corpulento, Mohamed VI, se dirigió a los agentes y les preguntó: ¿No saben quién soy?.
Los agentes no sabían quién era hasta que se quitó las gafas de sol, y entonces renunciaron a seguir indagando.
Según informa El Mundo, el rey de Marruecos posee una residencia en Rincón, a 15 kilómetros al este de Ceuta, donde suele residir durante parte de sus vacaciones veraniegas muy dedicadas a los deportes acuáticos como el esquí o también la moto de agua. El resto del verano lo pasa en Alhucemas.
Mohamed Vi no quiso moverse de las aguas de Punta Almina hasta que no le dieran una explicación de lo que estaba pasando. Al final terminó llamando al Rey Felipe VI para quejarse de lo que le había pasado minutos antes con la Guardia Civil. Don Felipe, trasladó el malestar al ministro de Interior para que informara a la delegación de Gobierno en Ceuta, y se pusieron de acuerdo para reparar el daño que podrían haber causado a Mohamed VI.
Según El Mundo, el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, el teniente coronel Andrés López, recibió la orden de desplazarse, con otros oficiales, en una patrullera hasta la lancha real. Hora y media después del primer abordaje, se acercó y pidió disculpas al monarca aunque una fuente oficial española afirma que solo le saludó y se puso a su disposición.
Con la llegada del teniente coronel, Mohamed VI dio, aparentemente, por zanjado el incidente. Se despidió recalcando que los guardias a bordo de la lancha rígida había hecho "perfectamente su trabajo" y, advirtió: si son sancionados "vamos a tener problemas".