MADRID, 19 Mar. (CHANCE) -
Como ya es tradición desde 1964 el Baile de la Rosa se ha celebrado en el Sporting de Mónaco, congregando a la alta sociedad, la familia Grimaldi y todo el glamour y misterio que los rodea. La fiesta, ambientada en esta ocasión en el en el movimiento artístico de la Secessione Viennese, ha contado una vez más con la presencia de Karl Lagerfeld.
La fiesta que ya se ha convertido en todo un homenaje a Grace Kelly y que sirve para recaudar fondos para cuya fundación lleva su nombre ha reunido a Carolina de Mónaco y sus hijos delante de los medios, volviendo así a la vida pública tras convertirse en padres Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo. La pareja se han separado por primera vez del pequeño Stefano para acudir al aclamado baile, donde han derrochado amor y complicidad, demostrando que se encuentran en uno de los momentos más felices de su vida.
Por su parte Carlota Casiraghi tampoco quiso perderse la noche más especial de Mónaco y acudió con un diseño escotado de tirantes, combinado en negro y beige, mientras su madre Carolina de Mónaco, la gran protagonista de la noche, acudió con vestido blanco y estampado acorde a la decoración del evento y grandes volantes en las mangas y final del vestido.
También ha llamado la atención las sonadas ausencias en una noche en la que suele reunirse al completo la familia Grimaldi. Al vacío que han dejado el príncipe Alberto y Charlene, hay que sumar la de Estefanía de Mónaco y sus hijos.