MADRID, 24 May. (CHANCE) -
Todas las alarmas han saltado esta mañana en Kensington Palace, cuando parecía que había pasado la resaca de la romántica boda de Meghan Markle y el príncipe Harry, la duquesa de Sussex vuelve a cobrar protagonismo.
Unas fotografías de la ex actriz de Suits haciendo topless en una playa no han sentado nada bien en la Casa Real Británica. Rápidamente Kensington Palace ha desmentido la veracidad de estas imágenes, insistiendo en que se trata de un truco fotográfico, el conocido photoshop.
El asunto que mantendrá ocupados a los encargados de la seguiridad de los miembros de la familia real es cómo han llegado esas imágenes a la prensa, ya que todo indica que ella misma grabó el vídeo del que se han tomado la imágenes. Un asunto un tanto peliagudo que acabará en los tribunales, al igual que sucedió con unas fotografía de la duquesa de Cambridge.
Kate Middleton y el príncipe William se encontraban en la costa francesa disfrutando de una vacaciones cuando la prensa fotografió a la recién nombrada duquesa de Cambridge sin la parte de arriba del bikini. El semanario Closer tuvo que pagar 190.000 euros por difundir dichas imágenes, una cifra muy inferior a la cantidad inicial que pedían, 2 millones de euros.