MADRID, 5 Mar. (CHANCE) -
La visita del los duques de Crambridge a Irlanda está dando mucho de qué hablar, pero no todo es positivo. La última controversia ha sido el desafortunado chiste que el príncipe Guillermo ha hecho sobre el coronavirus en su visita del pasado martes a la fábrica de Guinness en la ciudad de Dublín.
En una conversación con el primer respondedor, Joe Mooney, el duque de Cambridge bromeó: "Apuesto a que todos dicen: 'Tengo coronavirus, me estoy muriendo', y usted dice: 'No, solo tiene tos'". Una frase que llega en medio a una ola de preocupación porque el virus se convierta en pandemia mundial.
Para Guillermo las reacciones ante el COVID-19 están siendo "dramáticas" y se pregunta si los medios de comunicación están ayudando a que así sea. Aunque sin duda, el príncipe solo trataba de hacer una gracia en un ambiente relajado esta no ha llegado en el mejor momento ya que actualmente se han registrado más de 96.000 casos de coronavirus en más de 100 países y al menos 3.085 personas han muerto por la infección.
Las reacciones a las declaraciones del duque de Cambridge no se han hecho esperar. La mayor parte de la gente ha estallado en críticas hacia sus palabras al considerarlas poco empáticas y dichas desde una posición de privilegio. Sin embargo, hay quien defiende que los límites del humor no están escritos y que reírse siempre viene bien, incluso un usuario continúa la broma twitteando una noticia de hace tres años de unas declaraciones del príncipe sobre el gran riesgo que supone la superpoblación.
En cualquier caso, el príncipe Guillermo, de manera acertada o no, suele recurrir a la ironía y a los chistes en las situaciones que menos nos esperamos, y no solo se ríe de los demás, también lo hace de él mismo, como por ejemplo cuando dijo que esperaba que su hijo, el príncipe George, naciera con más pelo que él.
Durante su visita al evento continuó bromeando: "Por cierto, el duque y la duquesa de Cambridge están propagando el coronavirus. ¡Lo siento!". Esto sucede poco después de que el colegio de sus hijos sufriese una alerta por coronavirus que no ha afectado ni al príncipe George ni a la princesa Charlotte.