LONDRES 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
El hijo mayor de Lady Di y Kate Middleton se han dejado ver en la boda de un amigo, quizá tomando ideas para su propio enlace. Tan sólo un día después de regresar de un safari en Kenia, la pareja se ha mostrado muy sonriente durante la ceremonia y la fiesta, levantando la curiosidad sobre cuándo decidirán oficializar sus ocho años de noviazgo.
El Príncipe Guillermo y Kate Middleton han acudido a la boda de sus amigos Harry Meade y Rosie Bradford. Ambos se han mostrado muy sonrientes y encantados de estar allí, dando muestra de que su relación avanza perfectamente, tanto que su propio enlace podría estar muy cerca.
Middleton llevaba un vestido corto azul brillante, con una chaqueta entallada negra y tacones de aguja negros. Como no podía ser de otro modo, llevaba además la obligatoria pamela decorada con plumas y haciendo juego con la chaqueta. Por su parte, el Príncipe optó por el clásico frac con corbata morada.
Según ha informado la periodista de asuntos reales Judy Wade a la revista 'People', "ambos estaban muy relajados, y ella se mostró increíblemente recatada a su lado, parecía muy feliz".
El enlace consistió en una ceremonia sencilla en la campiña inglesa, con un grupo de invitados compuesto por amigos más que por grandes personalidades.
"Te da la impresión de que es el tipo de boda que ellos querrían tener, más que una gran boda formal en el centro de Londres", continúa Wade. Tras la ceremonia, el Príncipe Guillermo y Kate Middleton consintieron en alejarse del gentío para posar ante los fotógrafos en un apartado.