MADRID, 15 Sep. (CHANCE) -
Día marcado en rojo en el calendario del Príncipe Harry, que este jueves celebra, al igual que la Reina Letizia - que cumple 50 años - su 38 cumpleaños. Poco podía imaginar el nieto de la Reina Isabel II que en esta ocasión soplaría las velas en el Reino Unido, lejos del hogar que ha construido en California junto a su mujer, Meghan Markle, y sus dos hijos, Archie y Lilibet.
Coincidencias del destino, los Duques de Sussex - que mantienen una tensa y distante relación con la familia de Harry desde que hace dos años se desvincularon de sus obligaciones 'reales', renunciaron a sus deberes y privilegios como miembros de la Familia Real y se mudaron a Estados Unidos huyendo de la presión mediática que sufrían en Inglaterra - se encontraban precisamente en Gran Bretaña cuando falleció la Reina Isabel II, hace justo una semana.
Harry y Meghan tenían previsto regresar a Los Ángeles con sus pequeños tras cumplir con diferentes compromisos profesionales en Alemania, Manchester y Londres cuando recibieron la noticia de la muerte de la soberana, a la que el hijo menor de Carlos III estaba muy unido pese a sus explosivas declaraciones sobre su familia en diferentes entrevistas, como la que concedió a Oprah Winfrey.
Un duro golpe para el Duque de Sussex, que suspendiendo todos sus compromisos se unía al resto de su familia en Balmoral para dar su último adiós a su adorada "abuelita", a la que dedicaba una emotiva despedida pública. "Esta despedida nos trae una gran tristeza, pero estaré eternamente agradecido por todos nuestros primeros encuentros, desde mis primeros recuerdos de la infancia contigo, hasta conocerte por primera vez como mi comandante en jefe, hasta el primer momento en que conociste a mi querida esposa y abrazaste a tus amados bisnietos. Aprecio estos momentos compartidos contigo y muchos otros momentos especiales. Ya se te echa mucho de menos”, expresaba a través de una nota hecha pública poco después del fallecimiento.
Desde entonces Harry y Meghan han permanecido en Gran Bretaña y, limando asperezas tras dos años de distanciamiento con los Príncipes de Gales, William y Kate, se dejaban ver juntos el pasado domingo por los alrededores del Palacio de Windsor, agradeciendo las muestras de cariño recibidas tras la muerte de la Reina.
Quien sabe si la marcha de su adorada abuela ha servido para que el Príncipe Harry se reconcilie con su hermano, con quien le vimos también este miércoles en el cortejo fúnebre que llevó los restos mortales de Isabel II en solemne procesión desde Buckingham Palace hasta el Palacio de Westminster.
Será el próximo lunes cuando se celebre el funeral de Estado por la soberana y, hasta entonces, el Duque de Sussex permanecerá en el Reino Unido; es decir, pasará su cumpleaños en Palacio, aunque se desconoce si vivirá un día tan especial en compañía de su padre y de su hermano o si, por el contrario, la muerte de su abuela no ha cambiado las cosas y sople las velas tan solo con Meghan Markle.