MADRID, 19 Ene. (CHANCE) -
Después del enorme revuelo causado tras el anuncio de los duques de Sussex de abandonar la corona como miembros senior, enfrentando a Harry y Meghan con parte de su familia, se ha llegado a un acuerdo tal y como han comunicado desde el Palacio de Buckingham.
A través de una declaración institucional se han anunciado los cambios que vivirán el príncipe y su mujer de cara a los próximos meses: perderán el trato de Altezas Reales y tendrán que pagar de su bolsillo la reforma de su residencia de Frogmore Cottage, sufragada con fondos públicos, residencia en la que los duques seguirán viviendo mientras estén en Reino Unido.
"El duque y la duquesa de Sussex están agradecidos a Su Majestad y a la Familia Real por el apoyo continuado que han recibido al embarcarse en este nuevo capítulo de sus vidas. Como se ha acordado, entienden que se les solicite que den un paso atrás en sus obligaciones Reales, incluyendo los compromisos militares oficiales. No recibirán más fondos públicos por sus actividades en la Realeza", comienza el comunicado, que sigue: "Con la bendición de la Reina, los Sussex mantendrán sus patronazgos y asociaciones privadas. Aunque ya no pueden representar a la Reina formalmente, los Sussex han dejado claro que seguirán promoviendo los valores de Su Majestad en todo lo que hagan. Los Sussex no usarán sus títulos de Su Alteza Real ya que no son miembros en activo de la Familia Real", declara.
"El duque y la duquesa de Sussex han expresado su deseo de pagar los gastos de la financiación pública para reformar Frogmore Cottage, que seguirá siendo su residencia familiar en Reino Unido", confirmando que es una decisión de Harry y Meghan, mientras la seguridad de la pareja continúa siendo una incógnita: "Buckingham no comenta los detalles de los acuerdos alcanzados en seguridad. Se han establecido procesos independientes para determinar la necesidad de seguridad financiada públicamente". "Este nuevo modelo entrará en vigor en la primavera de 2020", desvela el mismo comunicado sobre el nuevo papel de Harry y Meghan en la monarquía británica.
Eso sí, seguirán siendo duques de Sussex, el título que la Reina Isabel II les concedió tras su boda, aunque Harry dejará de ser el Embajador de la Juventud de la Commonwealth y perderá sus títulos militares como el de capitán general de la Marina Real, comandante honorario de las Fuerzas Aéreas y comodoro jefe de pequeños barcos y buceo.
Un cambio bastante caro para la pareja, concretamente 2,4 millones de libras, el precio de la obra en la residencia de la familia en Inglaterra y que fue sufragado con dinero público.