MADRID, 9 Feb. (CHANCE) -
Dejando a un lado sus diferencias y demostrando que en estos momentos la salud de su padre es lo más importante, el Príncipe Harry no dudaba en coger un avión en Los Ángeles y viajar de urgencia este martes a Londres para visitar al Rey Carlos III después de que éste le telefonease para comunicarle personalmente que tiene cáncer.
Un viaje exprés que apenas duraba 24 horas porque el miércoles, y tras una breve reunión de 45 minutos con su progenitor en Clarence House antes de que el soberano pusiese rumbo con la Reina Camilla a su refugio campestre en Sandringham -donde se encuentra descansando tras comenzar un innovador tratamiento contra la enfermedad- el Duque de Sussex regresaba a su hogar de California junto a Meghan Markle y sus dos hijos, Archie y Lilibeth.
Y, recién aterrizado de Londres y para sorpresa de todos, Harry ha reaparecido este jueves -madrugada hora española- en la gala de la 13º edición de los NFL Honors que se ha celebrado en Las Vegas y donde ha entregado el premio Walter Payton del año -que reconoce el compromiso a la filantropía- al jugador de fútbol americano Cameron Heyward.
A pesar del delicado trance que atraviesa su padre, el nieto de la Reina Isabel II se ha mostrado sonriente y despreocupado, pronunciando un discurso lleno de bromas en el que sin embargo no hizo ninguna mención a la enfermedad de Carlos III.
Mientras Harry reaparecía en Las Vegas, en Gran Bretaña se sigue hablando de su viaje relámpago y la razón por la que no vio al Príncipe Guillermo. Según el diario 'The Sun', el duque de Sussex hubiese aceptado "encantado" una reunión con su hermano, pero el Príncipe de Gales se negó a encontrarse con él porque "no puede fingir y hacer como si no pasase nada porque no puede confiar en Harry después de sus repetidas traiciones públicas".