MADRID, 8 Jun. (CHANCE) -
Dos días después de la cancelación del primer acto de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía en solitario a causa del intenso aguacero que cayó en Madrid el pasado sábado, los Reyes ha retomado su agenda institucional por separado y con pocos minutos de diferencia. Así, mientras el Rey Felipe se ha desplazado hasta la madrileña localidad de Aranjuez para presidir el Acto extraordinario de la Real y Militar Orden de San Fernando, la Reina Letizia ha inaugurado la exposición "Emilia Pardo Bazán. El reto de la modernidad", en la Biblioteca Nacional, que recorre la vida y la obra de la escritora en más de 200 piezas.
Un evento para el que la monarca ha recuperado - para nuestra alegría - el favorecedor vestido blanco que estrenó en su visita a Argentina en marzo de 2019, imponiéndose en estilo y elegancia en su duelo 'fashion' con la sofisticada primera dama del país sudamericano, Juliana Awada.
Un vestido perteneciente a la colección Primavera-Verano 2019 de Pedro del Hierro en color crema cálido, de líneas puras, con el que Doña Letizia enamoró en su día y que sigue estando de plena actualidad. Sin mangas, con cuello redondo, entallado en la cintura, con varias costuras de patronaje que recorren toda la superficie y con un ligero vuelo en la falda. No tiene nada (especial) pero a la vez lo tiene todo para ser la invitada perfecta ahora que empieza la temporada de eventos especiales como bautizos o comuniones.
Con el pelo suelto destacando una vez más sus canas - que cada vez luce con mayor orgullo - la Reina ha complementado su acertado look con sus atrevidos stilettos de Magrit de serpiente con un detalle rockero en forma de pinchos plateados en el empeine, a juego con su cartera de mano.
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