MADRID, 14 Abr. (CHANCE) -
Fiel a la tradición familiar, la reina Sofía ha reaparecido en solitario y luciendo la mejor de sus sonrisas en su primer acto durante esta Semana Santa. En esta ocasión la madre del rey Felipe VI ha presidido el concierto anual de Pascua. Mientras el resto de la Fmailia Real goza de un merecido descando antes de retomar de nuevo a la agenda institucional, Doña Sofía disfrutaba del'Concierto de Semana Santa 2025: Réquiem de Fauré' a beneficio de Proyecto Hombre Baleares.
Habitual en su agenda personal y demostrando una gran devoción por la Semana Santa, la Reina Emérita acudía a su cita con la isla de Mallorca sin el apoyo de su hermana, Irene de Grecia, que sí que la ha acompañado en otras ocasiones. Completamente ajena a las polémicas que han provocado las demandas del rey Juan Carlos al que fuera su amigo Miguel Ángel Revilla y Corinna Larssen, doña Sofía lució la mejor de sus sonrisas.

Haciendo gala de la elegancia y la sencillez que le caracteriza, la Reina eligió un perfecto traje en color negro con chaqueta y pantalón acampanado con el que estuvo de lo más acertada. Aportando el toque de color, la Reina Emérita ha elegido una blusa en blanco además de un maxi collar en dorado. Como es habitual en la mayoría de sus looks, doña Sofía aportó su toque personal con un original broche en forma de rosetón en dorado con brillantes. Con esta joya, la Reina hacía un guiño hacia la tierra que pisaba luciendo el broche perteneciente a la colección Llum de Isabel Guarch, una joyera artesana de Mallorca.

Sin más apariciones públicas programadas en la agenda institucional, la Reina tendría previsto desplazarse hasta Sevilla para disfrutar de una de las procesiones más especiales de la ciudad, la Madrugá. Amante de la Semana Santa, ya el pasado año la pudimos ver disfutando del desembarco del Cristo de la Buena Muerte en Málaga.
