MADRID, 15 Nov. (CHANCE) -
Después de su inauguración este jueves por parte de la infanta Elena, la Reina Sofía ha cumplido con la tradición y ha cumplido con una de sus citas marcadas en rojo en el calendario año tras año apoyando con su presencia uno de los mercadillos prenavideños por excelencia de la capital, el Rastrillo Nuevo Futuro, organizado por su sobrina Simoneta Gómez-Acebo en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles.
Y lo ha hecho derrochando sonrisas y cercanía con todos los presentes, dejando claro que ha pasado página tras las semanas complicadas que vivió con la filtración de las imágenes y audios íntimos entre el Rey Juan Carlos y Bárbara Rey.
Siempre elegante, la Emérita ha escogido para este evento solidario que nunca se pierde, un dos piezas compuesto por pantalón en color verde caqui y blazer de cuadros en el mismo tono, blusa morada con un original drapeado en la parte frontal, botines de tacón marrones y bolso pequeño tipo bowling que ha llevado cogido por el asa, completando su look con un vistoso broche dorado en la solapa, pendientes largos y varios collares de abalorios.
Sorprendida con un detalle por parte de una de las organizadoras del mercadillo a su llegada, un regalo que ha agradecido con una gran sonrisa, Doña Sofía ha recorrido los puestos acompañada por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y por su sobrina Simoneta, con la que ha presumido de su maravillosa relación intercambiando confidencias mientras miraba con detenimiento diferentes objetos para obsequiar a sus seres queridos las próximas Navidades.
Amable con todas las voluntarias, ha destacado especialmente el cariñoso saludo de la Emérita a la exmujer de Beltrán Gómez-Acebo, Laura Ponte, con la que ha conversado antes de continuar su visita, mostrando una vez más su faceta más solidaria y su compromiso con el Rastrillo Nuevo Futuro, al que el Rey Juan Carlos, ante la imposibilidad de asistir al encontrarse en Abu Dabi, ha donado cinco de sus trajes