Mientras su madre, la Reina Sofía, y sus hermanas las Infantas Elena y Cristina asistían en Atenas al funeral en memoria de Contantino de Grecia, Don Felipe disfrutó de una de sus grandes pasiones, el esquí, sin la compañía de la Reina Letizia ni de sus hijas Leonor y Sofía
MADRID, 20 Feb. (CHANCE) -
A punto de cumplirse cuatro años de su última visita a Baqueira Beret, y una semana después de la polémica estancia de Iñaki Urdangarín y su novia, Ainhoa Armentia, en la exclusiva urbanización de 'La Pleta' - en la que se aloja la Familia Real cada vez que visita la estación - el Rey Felipe VI ha vuelto al Pirineo catalán este fin de semana para disfrutar de una de sus grandes pasiones, el esquí.
Acompañado por ocho amigos - ya que es de sobra conocido que la Reina Letizia no es aficionada a este deporte - el monarca llegó a Baqueira Beret el viernes en torno a mediodía y, sin perder tiempo, se desplazó hasta las pistas para aprovechar las buenas temperaturas esquiando en las cotas más altas de la estación.
Un plan muy especial que se alargó hasta el domingo y que también incluyó una relajada cena con su pandilla en el restaurantes Vermont, situado en Salardeu, en el que según publica ABC disfrutó de unas croquetas de puerro a la brasa, guiso de setas, alcachofas fritas o arroz con conejo entre otras especialidades de la zona.
Mientras Don Felipe disfrutaba de un fin de semana en Baqueira, su madre, la Reina Sofía, y sus hermanas, las Infantas Elena y Cristina, acudían en la Catedral de Atenas a la misa funeral en memoria de Constantino de Grecia, fallecido el pasado 10 de enero.
Aunque sí asistió con la Reina Letizia a la despedida y entierro de su tío - con quien siempre mantuvo una maravillosa relación - en esta ocasión el Rey se ha decantado por la práctica de uno de sus deportes favoritos para desconectar de su intensa agenda institucional, en lugar de reunirse con el resto de su familia en el funeral oficial del último rey de los helenos.
Sonriente y de lo más relajado, el Rey Felipe nos ha dejado ver su lado más cercano este domingo antes de coger el telesilla para disfrutar de su tercera y última jornada de esquí, cuando se encontró con un amigo con el que charló de lo más cómplice después de chocarle mano en un gesto tan espontáneo como divertido. Con un conjunto en color azul marino con detalles rojos, el monarca ponía así el broche de oro a un fin de semana muy especial.
Este lunes retomará sus compromisos oficiales en Zaragoza, donde esta mañana presidirá la inauguración del museo de la Movilidad 'Mobility City' y el acto inaugural del 'Tour del Talento' y proclamación del Premio Social 2023 de la Fundación Princesa de Girona, antes de entregar con la Reina Letizia, esta tarde y también en la capital aragonesa, los Premios Nacionales de Cultura 2021.
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