El Emérito ha abandonado esta mañana la clínica del doctor Eduardo Anitua y en torno a las 10.30 horas llegaba al aeropuerto de Foronda, donde le esperaba el jet privado que ha utilizado durante su visita a nuestro país
MADRID, 25 Abr. (CHANCE) -
Con una sensación agridulce por no haber podido competir con 'El Bribón' en las regatas de la Copa de España de Vela de la clase 6mR por las inclemencias meteorológicas, el Rey Juan Carlos abandonaba este domingo Sanxenxo después de cuatro días en la localidad pontevedresa. Su destino, Vitoria, a donde viajaba para hacerse un reconocimiento médico en la clínica del prestigioso odontoestomalógo Eduardo Anitua.
Eminencia en el campo de la implantología y en la aplicación del plasma en factores de crecimiento, es amigo del Emérito desde hace años y, aunque no hay confirmación oficial del motivo de su parada en la ciudad vasca, todo apunta a que habría aprovechado su visita a nuestro país -la segunda desde que se instaló en Abu Dabi en agosto de 2020- para hacerse un chequeo, someterse a un tratamiento regenerador de plasma e incluso realizarse una infiltración en sus maltrechas rodillas con su traumatólogo de confianza, Mikel Sánchez.
Don Juan Carlos llegaba al aeropuerto de Foronda en torno a las 19.00 horas del domingo e inmediatamente se dirigía a la clínica de Anitua, donde ha permanecido hasta este martes. Y si la discreción ha sido la tónica dominante de su paso por Sanxenxo, en Vitoria ni siquiera se ha dejado ver.
A pesar de que se especuló con que el padre de Felipe VI podría aprovechar esta parada en el País Vasco para visitar la bodega de Rothschild & Vega Sicilia -propiedad de sus amigos Ariane de Rothschild y Pablo Álvarez- en la Rioja Alavesa, finalmente no ha sido así.
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Esta mañana abandonaba el centro médico -del que no ha salido desde su llegada el domingo- y ponía rumbo al aeropuerto de Foronda, al que le veíamos llegar acompañado por su equipo de confianza en torno a las 10.30 horas. Sonriente, y con atuendo cómodo para el viaje, Don Juan Carlos subía trabajosamente al jet privado en el que viajó a España el pasado miércoles.
Se rumoreaba que antes de regresar a Abu Dabi podría pasar por Barcelona para visitar a su íntimo amigo Josep Cusí y a su nieto Pablo Urdangarín, pero podemos confirmar que el lujoso avión en el que viaja ha abandonado ya el espacio aéreo español. ¿Su destino? Toda una incógnita por el momento, aunque no se descarta que se desplace hasta Ginebra para ver a su hija, la Infanta Doña Cristina.
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