Los Reyes Felipe y Letizia se encuentran con las víctimas del incendio de Valencia

   MADRID, 26 Feb. (CHANCE) -

   Tan solo unos días después del devastador incendio del Campanar, en Valencia, que conmovió a todo el país, los reyes Felipe y Letizia han viajado hasta allí para reunirse con los afectados y mostrar su apoyo y condolencia a los familiares de los diez fallecidos en esta terrible desgracia.

   Con la cercanía y empatía que les caracteriza, sus Majestades llegaban al Palau de la Música donde se reunían personalmente y en la más estricta intimidad con todos los afectados para poder conocer de primera mano el sufrimiento de aquellas personas que lo perdieron todo el pasado 22 de febrero. A su llegada, doña Letizia saludaba tímidamente con la mano a los allí reunidos mientras eran recibidos por el Presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón.

   Con el rostro visiblemente serio, el rey Felipe y la reina Letizia hacían su aparicion a las puertas del Palau de la Música para proceder al encuntro con las víctimas. Sin posar ante los medios, sus Majestades entraban rápidamente en el interior antes de protagonizar la visita al edificio en el que tuvo lugar el incendio. Como viene siendo habitual en este tipo de actos, doña Letizia eligió un look muy sobrio, elegante y cómodo compuesto por traje chaqueta oscuro con raya diplomática y cinturón del mismo tejido marcando la cintura, además de unos mocasines con tacón ancho también en negro.

   Tras el encuentro privado con las víctimas, los reyes Felipe y Letizia se acercaron hasta la 'zona cero' del incendio donde pudieron observar con mayor precisión lo que queda en pie del edificio. Visiblemente asombrados por la imagen, sus majestades mantuvieron algunos minutos de charla con las fuerzas de seguridad del estado y también con el máimo representante del cuerpo de bomberos de Valencia que participó en la extinción del incendio. Aplaudidos y vitoreados por los ciudadanos que se dieron cita allí, los Reyes también tuvieron algunas muestras de cariño con ellos a los que saludaron muy cercanos. De vuelta al coche oficial, la reina Letizia bajaba la ventanilla trasera para observar con mayor precisión los escombros y la estructura del edificio que aún queda en pie.