MADRID, 23 May. (CHANCE) -
Después de cuatro días en Sanxenxo disfrutando de sus amistades, de la gastronomía típica gallega y de una de sus grandes pasiones, la vela, Don Juan Carlos ponía rumbo esta mañana a a Madrid para verse con el Rey Felipe, la Reina Sofía y otros miembros de su familia antes de regresar a Emiratos Árabes, donde tiene establecida su residencia, en la tarde de este lunes.
En torno a las 8.00 horas, el Emérito abandonaba la localidad pontevedresa en un coche conducido por su amigo Pedro Campos, agradeciendo emocionado el cariño con el que la prensa le ha tratado durante su visita y confesando, con una sonrisa, que esperaba que en su reencuentro con su hijo hubiese "abrazos".
Vestido con un elegante traje azul marino y corbata en morado, Don Juan Carlos se dirigía inmediatamente al aeropuerto de Vigo, donde le esperaba el jet privado para viajar a Madrid y volver, un año y 9 meses después, al que fue su hogar durante casi medio siglo, el Palacio de la Zarzuela.
Un regreso en el que el monarca ha sido recibido por varias personas que, con banderas de España, le han dado una calurosa bienvenida en la puerta de Somontes del complejo de La Zarzuela, que Don Juan Carlos ha agradecido bajando la ventanilla y saludando con una tímida sonrisa nerviosa.
En estos momentos el Emérito se encuentra reunido con Felipe VI - con la intención de normalizar sus visitas a nuestro país - y posteriormente disfrutará de un almuerzo privado con su hijo, la Reina Sofía y otros familiares cuya identidad no ha trascendido por el momento.
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