MADRID, 8 Ene. (CHANCE) -
Este próximo lunes 11 de enero la Infanta Cristina se sentará en el banquillo de los acusados junto a su marido Iñaki Urdangarín, y el exsocio de este, Diego Torres. Un juicio de lo más mediático que cuenta con más de 600 periodistas acreditados de unos 90 medios de comunicación distintos.
La hija del Rey Don Juan Carlos regresa a nuestro país desde su residencia habitual en Ginebra para afrontar este juicio tan polémico de la mano de su abogado, Miquel Roca. El letrado ha explicado estos días que su defendida "es una persona de mucho ánimo y entereza", unas declaraciones que chocan con el testimonio concedido por una amiga del matrimonio que aseguró a Vanity Fair que ambos habían necesitado ayuda psicológica.
La misma publicación ya contactó el pasado mes de diciembre con los hombres de confianza del Rey emérito para conocer cómo vive él la situación judicial de su hija.
"Es lógico que se inquiete por los problemas de un hijo y, por supuesto le preocupa mucho el caso de su hija Cristina. Y en España ya hemos vivido tantos problemas con yernos... El problema es que el señor Urdangarín haya contagiado a la hija del Rey. Y que ella siga con él por amor y apoyándole en estos momentos", explicaba el armador mallorquín Josep Cusí a Vanity Fair, y añadía: "Urdangarín ha hecho mucho daño a la Corona y no tenía ninguna necesidad. La ambición rompe el saco. La verdad es que la relación del padre con su hija no es del todo buena. Doña Cristina tiene un gran problema".
Otro íntimo de Don Juan Carlos considera que la imputación de Cristina en el Caso Nóos "echó años" al Rey. Para Antonio Camuñas "es algo lógico, él le pidió a Cristina que cerrase el chiringuito, le ofreció buscarle un trabajo a su marido y le pidió que se alejara. Pero su hija no le obedeció. Y la relación se resquebrajó. Es cierto que no puedes cortar de raíz con tu hija, una postura es la de Rey y otra es la de padre".