¿Qué ocurre cuando nosotros evitamos que nuestros hijos se confundan? (XI)

MADRID, 11 Abr. (CHANCE/EDIZIONES) -

   Como cada semana os traemos un artículo más de Nano López, el coach que nos ayuda a comprender y analizar las conductas de nuestros hijos para poder ayudarles en su crecimiento y maduración. 

   Según la RAE encontramos diferentes significados a la palabra ejecutivo:
1. adj. Que no da espera ni permite que se difiera la ejecución.
2. adj. Que ejecuta o hace algo. Apl. a pers., u. t. c. s.
3. m. y f. Persona que forma parte de una comisión ejecutiva o que desempeña un cargo de alta dirección en una empresa.

   Es importante el sentido que nosotros le damos a las palabras. Cuando pensamos en un ejecutivo, nos viene a la cabeza la imagen de la persona que desempeña un cargo de alta dirección en una empresa, sin darnos cuenta de que lo que realmente hemos hecho es poner una etiqueta a una palabra y relacionarla con una imagen. Esto es lo que solemos hacer con la mayoría de las palabras. Un día hablando con una amiga Argentina que tenía pensado venir de vacaciones a España le dije: "Verás cuando vengas y te coja, no te voy a dejar un rato libre". Evidentemente mi amiga lo interpretó según su visión de lo que es "coger" en su vocabulario.

   Muchas veces no somos conscientes de que para nosotros, nuestros hijos siempre van a necesitar nuestra ayuda, que no van a saber elegir y que siempre los tenemos que defender.

   Sin embargo, es cierto que aunque por naturaleza sintamos  eso, nuestro deber como padres es enseñarles a que ejecuten las cosas por ellos mismos. Incluso siguiendo la línea de los sistemas familiares ellos harán lo mismo con sus hijos y así sucesivamente. ¿Qué ocurre cuando nosotros evitamos,  por nuestros miedos, que nuestros hijos se confundan? Hay un proverbio chino que dice: "Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida". Nuestros hijos deben de saber buscar sus propios medios para avanzar en su propia vida, ya que no olvidemos que es suya.

   Es muy importante tener en cuenta esto en la etapa de la adolescencia. Ellos deben de tomar decisiones que posiblemente serán decisivas en su vida. Sin embargo y muy probablemente, a lo largo de la vida sufrirán muchísimos cambios. Es importante que sean conscientes de que tienen que perseguir lo que ellos quieren hacer pero siempre siendo conscientes de las consecuencias que ello acarrea. Los padres deben de tener su posición en este sentido

   Siempre debemos estar acompañándoles y haciéndoles ver lo que ellos no ven. Hacerles conscientes de cuál es nuestra posición, de cómo la experiencia y el habernos confundido nos ha llevado a nosotros donde estamos. Que seguramente ellos se confundirán y aprenderán cosas diferentes. Hacerles que no olviden la carga emocional que va a suponer la elección de sus decisiones. La gran mayoría de los adolescentes, al menos con los que suelo hablar, quieren llegar demasiado pronto. Tienen prisa por vivir, pero muchos no son conscientes de a  dónde van. Cuando les pregunto cómo se ven en el futuro, todos suelen contestar primero que no lo saben pero cuando les insistes un poco terminan contándome sus sueños, sus deseos, lo que realmente creen que les hará felices. De modo que cuando les sugiero que visualicen cómo han llegado hasta allí, nunca saben cuál ha sido el camino.

   Uno de los cambios importantes para ellos es que se den cuenta de que si ponen el foco solamente en el objetivo sin tratar de visualizar el camino, se perderán una de las partes más importantes, el  aprendizaje. Ayudemos a que eso no ocurra. No les digamos lo que deben hacer pero si es bueno preguntarles cómo lo tienen pensado hacer porque así serán conscientes de las posibilidades reales. Dejémosles que sean ejecutivos y se hagan cargo de lo que realmente quieren hacer en el futuro, con las posibilidades del presente y con la experiencia que les proporcionará su pasado.

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