MADRID 16 Dic. (Por María Moya) -
Tras el éxito de audiencia de la primera entrega de su biografía, Adriana Ozores vuelve a encarnar a Cayetana de Alba para recrear una de las etapas más controvertidas de su vida. Sus matrimonios con Luis Martínez de Irujo y con Jesús Aguirre y Ortiz o sus sonados romances son solo algunos de los capítulos de la vida de la Duquesa que se recrearán en esta producción para televisión.
- Encarnas a la Duquesa de Alba por segunda vez, pero en una nueva fase de su vida. ¿Cómo va a vivir estos 23 años de matrimonio?
- Ella se casa muy enamorada. Yo creo que la relación con Aguirre es muy bonita porque él no solo es un amante, sino que es su amigo y se entienden a otros niveles. Ella es una mujer muy culta, admira la cultura, Aguirre es un amante del arte y tienen muchas cosas en común. La relación se irá distanciando poco a poco, pero es una historia muy emocionante porque te llega al corazón.
- La propia Duquesa ha participado activamente en esta segunda parte de su historia.
- Ya participó el año pasado, cuando rodamos en el Palacio de Liria y ahora hemos podido rodar en Dueñas, que es una maravilla, porque la Duquesa cuida con gran cariño y responsabilidad el Patrimonio.
- ¿Ella se ha acercado a ti para hacerte alguna sugerencia en cuanto a la interpretación de su personaje?
- No. Ella se acercó para saludar a todo el equipo. Estuvo encantadora, iba muy mona vestida, muy linda. Se acercó para saludarnos y nos hicimos alguna foto con ella.
- ¿Te ha hecho algún comentario sobre tu actuación?
- No, no me ha hecho ningún comentario sobre mi actuación.
- Al bucear en este personaje, ¿qué es lo que más te ha sorprendido para bien de la Duquesa?
- Es muy difícil que tú te encuentres, como actor, a un personaje que no te interese si tiene desarrollo y te lo has estudiado. Toda su vida es interesante. Ella es interesante, pero seguro que podría ser interesante cualquier persona a nada que le des un poco de profundidad.
- ¿No te pareció interesante que en un mundo tan cerrado y machista como el que la rodeaba, fuera capaz de romper todos los esquemas?
- Dentro de ese mundo, sí. Fuera de ese mundo tiene un comportamiento normal. Pero sí que es cierto que la aristocracia, que es el mundo al que ella pertenece, tiene unas normas especiales que ella, en cierta manera, se salta. Pero si lo descontextualizas, es una persona que está bien.
- ¿Te ha dado miedo encarnar un personaje que aún está vivo y que es tan desconocido?
- Tuvimos mucho cuidado para que no pudiera parecer algo ridículo o se molestara. Nos hemos basado mucho en nuestro guión y no se puede nunca llegar a la verdad completa de un personaje que aún está vivo. Si te ciñes al guión es todo mucho más fácil. Hay cosas que no tienen nada que ver no con la Duquesa y con su vida. Estamos contando nuestra historia.
- No hablamos de miedo, pero, a lo mejor, sí de responsabilidad.
- Yo creo que en las películas se la trata con mucho cariño y mucho respeto, mucho más respeto que en otros ámbitos de nuestra sociedad. Sólo he sentido responsabilidad como actriz. De la mano de Salvador Calvo, que me parece que es una maravilla como director y en el que todos los actores confiamos, nos hemos dejado llevar por la interpretación pura y dura, pero no más allá, no porque sea un personaje público o de la aristocracia.
- Ahora que has hablado de respeto en otros ámbitos, ¿qué opinas del acoso que puede sufrir por parte de cierto sector de la prensa?
- Yo creo que, en alguna parte de tí tienes que estar de acuerdo con eso, en algún sentido. Porque, si no, acabas no interesando. Yo soy una actriz que no intereso en este tipo de medios y tampoco he hecho nada por interesar. Es una elección como otra cualquiera.
- ¿Existe la posibilidad de que se ruede una tercera parte en la que se plantee la situación actual de la Duquesa?
- No lo sé, pero en esta ya estamos bastante caracterizados. El segundo capítulo se acaba cuando ella tiene 73 años y sería un poco difícil, aunque creo que, de hacerlo, cogerían a otra actriz porque, por caracterización, yo no lo podría hacer.
- Ella había incidido en que la caracterización fuese muy realista.
- Ella quiere que se parezca a la realidad, pero nosotros estamos contando nuestra película y, por eso, en años, contamos menos años de 23, para que sea más fácil. Estás muy vendido con el tiempo y con la rapidez. No se pueden hacer tantos cambios porque hay que ir deprisa y no se puede rodar con tanto tiempo como el que nos gustaría. Me caracterizaré con alguna arruguita, pero poco más.
- ¿Qué destacarías de la Duquesa como persona?
- La responsabilidad que ha recibido por su educación, por su familia y de la que ella hace gala me parece que es para quitarse el sombrero. La forma en la que está cuidando el Patrimonio es maravillosa, porque tú entras en sus casas y está todo muy cuidado, con mucho respeto y con mucho gusto. Ella tiene en nómina un restaurado para cuidar cada cuadro o cada desconchón, lo que le da mucha categoría. Porque no es solamente su casa, sino que es una casa que comparte con todos porque todos formamos parte de ese legado cultural que ella cuida. Y, que lo haga tan bien, me parece muy bonito.
- ¿Qué opinas de ese espíritu libre que siempre le ha hecho luchar contra estereotipos sociales?
- Ella está en un contexto muy determinado, que es la aristocracia, y en una sociedad bastante cerrada. Pero si tú lo sacas de contexto, tampoco es tan diferente a otras muchas mujeres. La chispa de la Duquesa es precisamente que se encuentra en un lugar tan especial, pero nada más.
- La primera parte tuvo un gran seguimiento de audiencia. ¿Esperas que ese éxito se vuelva a repetir con esta segunda entrega?
- Seguimos siendo el mismo equipo, el director hizo una maravilla y creo que va a funcionar muy bien porque es un personaje muy querido y muy mediático. Hay muchas cosas que apuntan a que funcione bien.
- ¿Qué otros proyectos tienes sobre la mesa?
- Acabo de terminar una película, que se llama 'El alzamiento nacional' y sigo con mi función de teatro, que hemos producido Pepón Nieto, Anabel Alonso y yo, que se llama 'Sexos'.