MADRID, 12 Sep. (CHANCE) -
Días después de que Gema Aldón haya cargado contra José Ortega Cano en la portada de la revista 'Lecturas' asegurando que su madre se merece a alguien que la quiera, Ana María Aldón ha reaparecido en el plató de 'Ya es verano' y se ha pronunciado sobre las demoledoras declaraciones de su hija mayor, reconociendo que el protagonismo mediático de la joven ha supuesto un nuevo problema en su grave crisis matrimonial con el torero.
Y es que después de quejarse amargamente de que Gloria Camila y otros familiares de Ortega Cano - como su hermana Conchi - hablasen públicamente de su relación y de pedir a su marido que parase los pies a su familia, la colaboradora ha visto como ahora es Gema quien se 'inmiscuye' en su matrimonio, agrandando la brecha existente con el maestro desde hace meses. "Ahora sí tenemos un problema, mi hija" ha confesado en su programa.
"Yo no sabía que iba a hacer esa declaraciones, ni en ese tono ni en ninguno. Ella es mayor de edad, tiene 27 años, ha vivido algunas situaciones, pocas porque no quiero que ella entre en ninguna batalla y no le cuento muchas cosas precisamente para evitar esto. Yo he pedido a mi familia que se mantenga al margen, pero ella toma sus decisiones. Puede estar más acertada o no, y puede perjudicarme o no" ha reconocido, confesando que espera que, "por parte de mi hija al menos todo esto pare porque no teníamos que haber llegado a esto". "Mi hija me ha hecho daño sin querer, pero no se mete en el matrimonio porque no dice nada" ha dejado claro.
Menos explícita que en sus últimas apariciones, Ana María ha contado cómo está la situación con Ortega Cano - tras su llamada a 'Ya es verano' hace una semana pidiéndole que rebajasen el tono y acercasen posturas por el bien de su relación y por su hijo - y explica que con el torero hay "cordialidad".
"Durante la semana ha habido más cordialidad, pero eso, cordialidad. Hablamos de lo que se tenga que hablar... pero lo normal en una convivencia" ha asegurado, reconociendo que este tímido acercamiento después de semanas sin apenas dirigirse la palabra no significa una reconciliación: "Lo hacemos por el niño". "Esta situación mucho no se puede alargar en el tiempo, pero ahora es lo que hay y hay que respetarlo” ha afirmado, dejando en el aire si su deseo es separarse del torero y dejando entrever que por el momento van a seguir igual que hasta ahora.
Tras el programa, Ana María regresaba a su casa, protagonizando un momento tenso con la puerta del domicilio familiar, que hace unos días ya le jugó una mala pasada a Ortega Cano. Y es que al no encontrar las llaves, la andaluza timbraba al telefonillo pero no era capaz de abrir la puerta. Finalmente, y tras intentarlo con la cerradura sin perder la sonrisa en ningún momento, era su hijo el que bajaba a abrirle, logrando por fin entrar en el hogar en el que, por lo que parece, vuelve a reinar la "cordialidad".
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