MADRID, 20 Oct. (CHANCE/IRENE DIAZ) -
Belén López ha vuelto a la televisión con la nueva serie policíaca de Antena3, Mar de plástico.
Serie que ha rodado en su tierra, concretamente en Almería, lugar desde el que nos ha contado todo lo que esconde este nuevo proyecto. La serie mezcla razas, empezó con un asesinato del que todos serán sospechosos y en ella comparte plano con Rodolfo Sancho y Jesús Castro.
Mar de plástico pretende ser un reflejo de la sociedad actual en la que la inmigración se hace latente en la mayoría de las ciudades. Mientras que profesionalmente la actriz va a un proyecto por año y no deja de trabajar, en lo personal no se le ha vuelto a conocer pareja desde que finalizase hace cinco años su romance con Miguel Ángel Silvestre.
CHANCE: Cuéntanos, ¿qué es Mar de Plástico?
Belén López: Dicen que no hay nada que tenga más impacto visual que los mares de plástico vistos desde el cielo, que se ven desde la Nasa, y enseñar estos espacios es maravilloso. Mar de Plástico es una serie actual, es una serie universal que trata los conflictos raciales, las tramas personales y policiales, algo que me parece va a interesar a todo el mundo, al mostrar esa mezcla de razas que ahora mismo tiene España. Enseñarlo me parece fundamental, y sacar cosas positivas.
CH: ¿Sigue la línea de El Príncipe al tratar el tema de la mezcla las razas?
B.L.: Claro, porque es importante. Yo recuerdo que antes cuando viajaba a Estados Unidos me sorprendía la variedad de etnias que había y de repente ahora están también en España. Está bien enseñar eso y sacar conclusiones positivas y hacer pensar al espectador.
CH: ¿Cómo os ha acogido Almería?
B.L.: Muy bien, deseando que haya rodajes aquí lógicamente, todo el mundo muy bien.
CH: ¿Mucho calor?
B.L.: Pero ya vienes con eso, ya sabes que va a hacer calor, de todas formas yo soy del sur y prefiero el calor al frío, así que me muevo como pez en el agua.
CH: ¿Es el rodaje más duro que has tenido con respecto a las temperaturas?
B.L.: Depende de cómo seas tú y a lo que estés acostumbrado, somos animales de costumbres. Yo en Madrid lloro, yo cuando cruzo la calle Montera y me viene ese viento racheado del norte se me caen las lágrimas y se me congelan, así que prefiero el calor.
CH: Estuviste en una serie muy mítica, Motivos Personales, en la que también había intrigas.
B.L.: Sí, y además con la misma productora, es maravilloso poder volver a trabajar con ella y en una serie de intrigas en la que hacemos un poco lo mismo, y es que no sabemos ninguno quien es el culpable y somos casi todos sospechosos. Eso está muy bien porque mantiene en alerta a los actores y claro, también al público le crea mucha expectación.
CH: ¿Qué diferencias y semejanzas, en cuanto al tratamiento del concepto intriga, hay entre las dos series?
B.L.: Pues es más o menos lo mismo, sólo que, si la otra ya fue un antes y un después de la televisión, esta tiene una imagen brutal, a parte del guion que es maravilloso.
CH: ¿Qué tipo de fotografía vamos a ver?
B.L.: La serie tiene "planazos".
CH: ¿Hiciste casting? ¿Cómo fue?
B.L.: Claro. Me llamaron para hacer una prueba, la hice y me dieron el papel.
CH: ¿Te comentaron porqué te habían elegido a ti?
B.L.: No, yo normalmente hago un casting y luego me olvido, que me lo dan mejor que mejor, pero no pregunto por qué.
CH: ¿Qué aspectos oscuros tiene tu personaje para que puedas ser una de las sospechosas?
B.L.: Tiene mucha relación con la víctima, una relación bastante especial y paso a ser sospechosa porque no tengo mucha coartada, pero yo creo que no soy la culpable. Había una relación importante porque además yo trabajo a las órdenes de la alcaldesa y la alcaldesa no se podía enterar de mi relación con la víctima. Sabíamos que nuestra relación le iba a molestar.
CH: ¿Hay culpable seguro, o tiene un final similar a Bajo sospecha, donde al final no hay culpable?
B.L.: Aquí sí hay culpable, seguro.
CH: ¿Que nos puedes adelantar de tu personaje?
B.L.: A mí me gusta mucho mi personaje, Marta, porque es un personaje complejo y contradictorio que son los que me gusta hacer a mí, porque somos así, al final somos todos así. Marta es una tía clara y sincera, demasiado indulgente con su hijo, porque es un niño de 12 años que se ha quedado sin padre y pues sucede como esas veces que quieres hacer de padre y de madre a la vez y no haces bien ninguna de las dos cosas, es el talón de Aquiles de Marta, es demasiado condescendiente con su hijo. Pero es una tía directa, pasional, profesional, es madre, es amiga pero a la vez es profesional.
CH: ¿Qué opinas del fenómeno de la inmigración como ciudadana?
B.L.: Parto de la base de que no vienen aquí a quitarnos nada, sino todo lo contrario, vienen a enriquecernos, algo que me parece fundamental.
CH: También se crean conflictos
B.L.: Por supuesto que se crean conflictos pero me parece que es todo una falta de comunicación al final. Hay que nutrirse de otras culturas y si te viene así, es casi gratuito, y a mi parece fundamental esa mezcla.
CH: Pero cuando las culturas y las religiones son tan diferentes pueden surgir chispazos ¿no?
B.L.: Pero es una pena, es una pena, lo ideal es que puedan convivir todas y en realidad conviven. Yo soy partidaria de la alianza de las civilizaciones y las fronteras fuera. Me encantaría una utopía así, me gustaría que fuera así.
CH: ¿Se sabe al final de esta temporada quien es el culpable?
B.L.: No lo sé, no te puedo contestar a eso. La verdad es que no sé si va a ser en esta o al principio de la siguiente, no losé, pero me imagino que sí.
CH: ¿La temporada termina con una media resolución del conflicto?
B.L.: No sabemos ni quien es al culpable, así que no te puedo decir si el misterio se resuelve o no se resuelve.
CH: ¿Cuántos capítulos son?
B.L.: En principio 13
CH: ¿Con una segunda temporada?
B.L.: Yo creo que quieren hacer una segunda temporada, no más. Eso también es interesante, que no se estire en el tiempo.
CH: ¿Alguna vez has tenido que estirar un personaje más de lo debido y ya casi no saber por dónde tirar?
B.L.: No, porque siempre encuentras motivos de justificación. De todas maneras yo he tenido la suerte de hacer personajes cortos, lo máximo que he hecho son tres temporadas. Y eso me gusta porque hay que pasar a otros personajes, aprender de otros personajes y otras cosas, mírame, yo soy ingeniera agrónoma.
CH: ¿Qué tal la convivencia con el equipo?
B.L.: Eso es muy bonito, se hace familia, es lo mejor de esta profesión, de repente te reencuentras con compañeros y haces piña. Todos en el mismo hotel imagínate, hay un ambiente estupendo. Comparte muchas cosas y eso es muy interesante.
CH: ¿En qué aprovechas el tiempo libre que te queda?
B.L.: Hay que estudiar, no hay mucho tiempo libre, pero aprovechamos Almería, las playas, toda la Isleta del Muro, San Pedro... Además hacía que no venía muchísimos años, y desde luego con lo que he alucinado es con esos mares de plástico porque hacía que no venía como 10 años y ha sido un cambio. Un pueblo que de repente pasa de la pobreza a la prosperidad. Me ha sorprendido la transformación.
CH: Para hacer al personaje los guionistas te dan la base, ¿Qué puedes aportar tú?
B.L.: Todo lo demás, intentar hacer la cabeza de ese personaje, que es lo que a mí me gusta hacer, pensar como ese personaje.
CH: ¿Cuánto tiempo has tenido?
B.L.: He tenido tiempo porque yo he empezado un poco más tarde, entonces he tenido bastante tiempo, luego además hemos estado mucho en la naturaleza y documentarme para eso es un regalo.
CH: No se sabe si piensas como mala o como buena...
B.L.: Pero ¿qué es ser mala o ser buena? Lo que es bueno para unos es malo para otros.
CH: Cuando concluyas esta temporada, ¿Qué más tienes entre manos?
B.L.: Muchas cositas pero yo sólo sé hacer una cosa a la vez. Hay proyectos que están muy bien y que me gustan mucho. Pero es verdad que si estoy haciendo un personaje me gusta centrarme en ese personaje, documentarme y hacer bien ese personaje.