MADRID, 18 May. (CHANCE) -
No cabe duda de que el Festival de Eurovisión de este año ha sido uno de los más sorprendentes, sobre todo por su peculiar ganadora, la "mujer barbuda" Conchita Wurst. Además, España quedó en décimo lugar gracias a la brillante actuación de la Ruth Lorenzo, todo un espectáculo de luz y brillo. Además de los efectos especiales del escenario, el vestido que llevó la murciana jugó un papel muy importante en este espectáculo visual. Pero hay que recordar que el traje que finalmente llevó no es el que había elegido inicialmente, sino que lo cambió a tan solo un día de la gran noche. Y es que, aunque el resultado fue bueno y portó el nuevo diseño con elegancia, esta decisión no fue del gusto de todos.
En un primer momento, Ruth iba a llevar un vestido de la firma española Anmargo, con el que declaró estar "muy satisfecha". Sin embargo, cuando en los ensayos previos se subió por primera vez al escenario en el que interpretaría Dancing in the rain ante miles de europeos, decidió cambiar cambiar el vestido "por problemas técnicos". Y es que, según explicó la propia Ruth, las placas de acero no estaban consiguiendo el efecto deseado, que era "destellar luz en el vestido".
Esto no le sentó nada bien a Ana Martín, la diseñadora de Anmargo que se encargó de crear el vestido descartado. Por eso, no dudó en desahogarse en Facebook ante este "desprecio" a su trabajo por parte de la murciana. La diseñadora explicó que justo a unas horas de la final, recibió un mensaje de Ruth: "Lo siento de verdad, lo han intentado todo". Dicho mensaje cayó como un jarro de agua fría en la española, cuyo sueño desde niña era "participar en la Gran Noche".
"Me duele mucho la ingratitud hacia el esfuerzo que ha hecho mi equipo", continuaba la diseñadora, "Hacer un vestido con tanta calidad en tan poco tiempo es algo que hay que agradecer". Aun así, Ana Martín finalizó el mensaje deseando suerte a Ruth: "Esperamos que brilles con tu novio vestido con la LUZ que tú querías".
¿Cómo se tomaría Ruth el mensaje de la decepcionada diseñadora? ¿Podría haber hecho más de su parte para ajustar el vestido inicial a la puesta en escena? ¿El hecho de cambiar de vestuario un día antes de la actuación ha sido un desprecio hacia el trabajo de Anmargo? La polémica está servida.