MADRID, 27 Mar. (CHANCE) -
Trabajan en cadenas de la competencia y por contrato Cristina Pedroche no puede aparecer en El Xef, pero sí lo ha hecho, sobre todo en el segundo pase que se emitió anoche y en el que su marido, Dabiz Muñoz confesó sus enormes deseos de ser padre. La colaboradora de Zapeando estuvo muy presente en distintos momentos del episodio, tanto como de 'catadora especial' de las croquetas que llevan su nombre; en las reflexiones que lleva a cabo el cocinero en la intimidad de su habitación; como en una de las distendidas conversaciones que el madrileño mantiene con un viejo amigo durante una cena en Singapur. "La verdad es que quiero ser padre ahora, pero Cristina no quiere, tengo que rogarle que los tengamos", decía el empresario y milésimas de segundo después aparecía en la pantalla el brazo izquierdo de la presentadora haciendo una peineta. "Ella dice que es demasiado pronto. Esa es la realidad. Tengo que estar suplicando a Cristina tener hijos", añadió y una vez más apareció otra vez su brazo haciendo el gesto negativo con los dedos.
"Porque este es mi programa y puedo decir lo que quiera. Eso es todo. Y si quiere decir otra cosa, tendrá que hacerlo en su programa, no en el mío", continuó antes de brindar con su compañero. El órdago a su esposa está lanzado, es cuestión de estar muy pendiente de los gestos y las palabras de la vallecana para comprobar si se produce esa respuesta en el espacio de laSexta. Su marido lo tiene claro, o eso parece, al anunciar que la paternidad podría producirse una vez haya hecho realidad su siguiente reto empresarial. "Abriremos en Londres y después abriremos en Nueva York en un periodo de dos años y luego vendrán los niños", anunció.
El nombre de Cristina volvió a aparecer en otro momento del programa, cuando un Dabiz recién levantado reflexiona en su habitación sobre su momento emocional que atraviesa en medio del estrés profesional al que se ve sometido. "La única persona que ha conseguido que en ocasiones logré relajarme y aguantar la presión física y mental que tiene mi vida ha sido Cristina, hace dos años nunca habría llegado a donde estoy sin ella", admitió Muñoz, al que la apertura de XtreetXo en Londres le costó más de un quebradero de cabeza.
Aunque será su futura paternidad la que provoque un mayor número de comentarios en medios y redes, Pedroche apareció mucho antes como catadora oculta de las croquetas que llevan su nombre. A pesar de que Muñoz utiliza al hablar el género neutro es evidente que se trata de una mujer por sus uñas pintadas de rosa, el pelo largo y un perfil y una voz inconfundibles. "Nosotros tres hacemos las pruebas y el probador especial es el que decide si el plato va a carta o no. Hay veces que el probador especial se pone muy impertinente y muy desagradable con nuestras pruebas", relató Dabiz mientras colocaba la comida en la boca de su chica.
Pero el amor por su mujer no fue el único punto romántico de la noche. El cocinero, muy exigente profesionalmente con sus empleados, se muestra también distendido y compartió con las cámaras la historia de amor de Roberto, el segundo jefe cocina, y Marta, camarera de sala. En tono de broma, Dabiz les invitó a darse un piquito ante la cámara y al novio le faltó tiempo para quitarse el delantal y plantarle a su estupefacta chica un beso en los labios.