MADRID, 31 Oct. (CHANCE) -
Si la casa de Guadalix había olvidado lo que era una bronca entre Omar y Paula, ahora ha tenido que retomar la sensación de tirantez que provoca la exrelación de estos dos 'grandes hermanos'. Desde que Lucía fuese expulsada del concurso, su novio ha decidido despreciar con todas sus fuerzas a la que un día juró amor eterno.
El de Carabanchel no quiere ni oír hablar de su ex y aprovecha cualquier oportunidad para mandarle mensajes envenenados a Paula. Una conversación acerca de sus gustos sexuales ha dolido a la 'hawaiana' que ha tenido que escuchar delante de todos sus compañeros: "A mi para que una mujer me conquiste tiene que moverse bien en la cama. No me gustan las sosas".
Pero no todo es mal rollo con ella, ya que en su visita al estudio de radio, Omar y Paula compartieron sonrisas y canciones. Algo que no sabremos cómo habrá sentado a Lucía.