MADRID 21 Dic. (Por María Moya) -
Joaquín Torres nació en el seno de una familia adinerada. Su padre, fue junto a Florentino Pérez, el fundador de ACS. El ahora conocido como el arquitecto de los famosos, por haber construido casas para algunas de las caras más conocidas de nuestro país, ha trabajado duro para llegar a ser quien es, pero reconoce la parte de suerte que le ha acompañado en la vida.
Su primera gran obra fue la casa de su padre, para la que tuvo total libertad, con lo que fue una gran carta de presentación para él. Ahora La Sexta le dedica un monográfico sobre su obra, que además de mostrarnos casi todas sus grandes construcciones, nos dará la oportunidad de conocer la intimidad de esos famosos para los que Joaquín Torres es más que un arquitecto, un amigo.
- ¿Son los famosos más exigentes?
- El famoso es una imagen que nosotros creamos a raíz de una cosa que vemos en televisión. Son gente normal, con las mismas inquietudes y con los mismos temores. Tal vez algunos tienen un punto de vanidad porque por su trabajo e imagen, es más conocido que los demás pero son gente normal.
- ¿Cuál ha sido el más detallista, el que más se ha volcado?
- Hay algunos que nos han dado total libertad y que nos han dejado colocar hasta las toallas, como ha sido el caso de Michel Salgado o Malú. Otros han querido estar muy encima y han incorporado decorador o interiorista para que se ocupara de ciertos detalles, como fue Michel Salgado en su primera casa, después ya tuvo plena confianza en nosotros. Normalmente está más pendiente de todo la mujer, aunque el famoso sea el hombre, está más pendiente la mujer que el hombre.
- La casa de tu padre fue tu primer proyecto.
- Esta casa fue mi primera obra. Como todos los arquitectos cuando sales de la escuela sueñas con hacer grandes obras pero a veces no tienes esa primera oportunidad, yo soy en ese sentido un auténtico privilegiado. Hay grandes arquitectos en este país que jamás tendrán esa oportunidad. Yo tuve la suerte de que mi padre decidió hacerse una casa y no me puso ningún límite, el único límite era mi propio talento. Yo no tengo menos mérito por haber aprovechado esa oportunidad, la tuve pero lo supe hacer bien.
- ¿Pensabas que ibas a tener la oportunidad de diseñar para personajes tan famosos e influyentes?
- De la gente con la que yo he trabajado, los personajes más famosos que he conocido no han sido ni de lejos los que más poder adquisitivo tienen. Los grandes empresarios de este país tienen un nivel adquisitivo muy alto en comparación a un futbolista, un actor o un cantante. Sinceramente sí sabía que iba a diseñar para gente influyente porque el círculo en el que me movía era ese durante toda mi vida. Yo pensaba que le iba a hacer casas a amigos de mis padres, a Florentino Pérez y a otros amigos, pero no a famosos.
- Los famosos a los que has pedido que enseñaran sus casas, ¿han querido hacerlo sin poner ningún problema?
- Yo he pedido el favor a quien creía que se lo podía pedir. Yo sé a quien no se lo podía pedir, o bien porque la relación no ha sido tan buena o porque sé que no está dispuesto a enseñar su casa bajo ningún concepto. Yo se lo he pedido fundamentalmente a amigos, a gente que sabía lo que le estaba pidiendo. Hay gente que cobraría mucho dinero por enseñar su casa o que no lo haría nunca y que lo hacen porque este es un programa importante para mi, de alguna manera estoy utilizando su imagen en beneficio de la mía y yo soy consciente de eso, y no me gusta.
- ¿Nos les importa a los famosos que sepamos lo que tienen en su casa? Por ejemplo, que sepamos que su padre tiene un Picasso en el salón.
- Mi padre lo hace por su hijo. Se reserva la ubicación, sólo se dice la ciudad. De cualquier modo estamos hablando de sitios donde la seguridad es inmensa. A mí me preocupa más la imagen que se pueda proyectar, ya que aunque esta gente se ha ganado el dinero con su trabajo, de una manera totalmente lícita, se puede mal interpretar. Creo que hay una doble moral, porque yo en mi estudio hago toda clase de arquitectura, no sólo casas a famosos. El otro día escuché que Karmele Marchante me criticaba en un programa y creo que es una doble moral lo que hay, a ella le parece mal lo que yo hago. Sin embargo, no le parece mal hablar de los personajes que ella habla. El espectador medio cuando llega a su casa después de trabajar, lo que quiere ver es algo relajado, sólo queremos eso.
- ¿Qué famoso te ha dado carta libre?
- La mayoría de la gente que viene al estudio a verme me dan carta libre. Los futbolistas y también los empresarios, sobre todo, confían en mi totalmente.
- Estas haciendo la casa de Penélope Cruz, ¿te ha dado ella también carta blanca?
- Yo no tengo ningún inconveniente en hablar de los personajes que no les importe que hable. Cuando yo hablo de Carlos Sainz, de Fonsi Nieto o de Elsa Pataki es porque ellos me han dado la autorización. Hay personajes que no quieren que hable de ellos y este es un ejemplo de ello. Están en su legítimo derecho de hacerlo.
- ¿No vamos a ver tu casa?
- Sí, claro que sí. La que habito ahora mismo y otras que han sido mías y que he vendido.
- ¿En cuánto suelen estar valoradas estas 'Supercasas'?
- Depende. Pero más o menos por encima de 2 millones de euros.