MADRID 13 Jul. (Por Irene Díaz) -
Era toda una promesa del baloncesto cuando una inoportuna lesión de rodilla acabó con sus sueños. Fue entonces cuando decidió probar suerte presentándose a Míster España. Elegido como el hombre más guapo de nuestro país, la televisión se fijó en él.
Ahora, convencido de que no hay mal que por bien no venga, este alicantino de treinta y ocho años que vive a caballo entre Madrid y Bilbao celebra su éxito al frente de 'La ruleta de la suerte' sin dudar a la hora de reconocer que es "el tío con más suerte del mundo".
Padre de un hijo de siete años al que bautizó con el nombre de Ian, se deja ver a diario por las calles de Bilbao, ejerciendo como padre modelo, porque si para algo vive Jorge es para su pequeño.
- Debes haber perdido la cuenta ya de los programas que llevas en antena...
- Totalmente, creo que vamos por el mil trescientos.
- ¿Qué es lo mejor de un éxito como el de 'La ruleta de la suerte'?
- Lo mejor es la tranquilidad que te da ser líderes a diario en nuestra franja horaria, trabajamos mucho para conseguirlo y que los resultados acompañen hace que el equipo no reciba presiones y trabaje a gusto. Soy muy competitivo y me encanta estar siempre por delante.
- ¿Imaginabas llegar hasta aquí?
- Jamás, cuando salí elegido Míster España no sabía lo que me esperaba, jamás me planteé ser presentador de televisión. Pensaba aprovechar el nombramiento haciendo algunos desfiles y quizá algo de televisión pero nunca llegar a convertirme en presentador. Cuando llegue a televisión no sabía ni lo que era una cámara pero nunca lo pregunte, le eche morro haciéndome el entendido y ahora me va bien.
- ¿Cuál crees que ha sido el secreto del programa?
- Son muchos ingredientes, rompimos con la línea de programación que había y conseguimos hacernos hueco con este concurso fácil, divertido y al que te puedes reenganchar a cualquier hora. Los niños son los reyes del mando en casa y el nuestro es un programa que les gusta.
- ¿Te sigue tu pequeño?
- Sí, vivimos en Bilbao y allí él come en el cole así que no puede verme a diario pero me gusta que sepa todo lo que hago, le traje un día al plató del programa para que supiera lo que hacía su padre y está enteradísimo, tanto que cada día me pregunta por los índices de audiencia.
- ¿Cómo llevas eso de viajar tanto?
- Muy bien, llevo doce años así y no lo cambiaría. Soy una persona muy activa, no puedo estar más de quince días quieto en el mismo sitio, estar de aquí para allá hace que me sienta muy vivo. Lo peor es alejarme tres o cuatro días seguidos de mi hijo pero lo compenso estando a tiempo completo con él los días que no viajo, le llevo y le recojo del cole y me paso la tarde entera jugando con él. Bilbao me permite evadirme de todo lo que rodea al mundo de la tele, me encanta trabajar en ella pero huyo de todo lo que la rodea, allí desconecto y me puedo permitir hacer una vida normal, sin estar en el punto de mira.
- ¿No has pensado en establecerte en Madrid?
- No, Madrid me gusta para lo que me gusta. Trabajar y disfrutar de las alternativas que ofrece, pero me agobia mucho. Mis amigos, mi familia y mi hijo, todo está allí en Bilbao y eso me tira mucho.
- ¿Qué se te puede ver hacer en Bilbao?
- Bilbao es una ciudad maravillosa, se vive muy bien allí, tengo varios negocios montados y lo que hago es repartirme entre ellos, dedicar tiempo a mi hijo y practicar deporte. Cuando llega el fin de semana siempre hay tiempo para una buena comida, que allí se come muy bien.
- ¿Has dejado para siempre el baloncesto?
- Sí, ahora lo sigo por la tele, me encanta pero soy demasiado animal y cuando juego lo hago a tope, estoy operado de todo, las rodillas y los tobillos y ya se ha vuelto un poco peligroso para mi. Lo que hago ahora es esquiar y practicar otros deportes.
- ¿Cómo te comportas en el papel de padre?
- Puedo ser mejor o peor presentador pero desde que él nació mi mayor objetivo en la vida es conseguir ser el mejor padre del mundo, vivo por y para él. Me preocupo mucho, creo que soy demasiado sobreprotector, lo reconozco pero tiene sólo siete y hasta que no sea un poco más mayor eso me va a costar cambiarlo.
- ¿Te gustaría tener más?
- Ahora mismo me parece algo imposible, ni me lo planteo pero quien sabe.