El Dj ha viajado con Jesús Calleja a Nepal y, más sincero que nunca y sin poder contener las lágrimas, ha hecho balance de su vida sin pasar por alto su relación con su madre, Isabel Pantoja
MADRID, 6 Dic. (CHANCE) -
Llevábamos toda la semana esperando este momento y por fin ha llegado. Cuatro ha emitido este domingo el inolvidable viaje de Kiko Rivera a Nepal con Jesús Calleja y su 'Planeta Calleja' y, como no podía ser de otra manera, el hijo de Isabel Pantoja nos ha dejado grandes titulares. Y es que tan sincero como en cada entrevista que concede, el Dj no ha pasado ningún tema por alto y ha hablado como nunca de su adicción a las drogas, de su relación con su madre y del dineral que despilfarró en el pasado por sus malos hábitos.
Un viaje que realizó el pasado mes de abril - cuando la relación con la tonadillera parecía completamente insalvable - y en el que además de bañarse con elefantes, irrumpir en una boda y probar con el descenso de rafting, Kiko ha confesado que, tras 'Cantora: la herencia envenenada', tuvo una recaída en sus adicciones de la que afortunadamente logró salir por sus hijos y gracias al apoyo incondicional del gran pilar de su vida, Irene Rosales.
"Salí de las drogas, sobre todo por mi mujer. Irene es de lo más importante que tengo en mi vida junto a mis hijos" ha confesado el Dj, contando a Calleja que fue la sevillana quien, desesperada, llamó a Isabel Pantoja para contarle el problema que tenía su hijo. "Lo correcto hubiese sido entrar en un centro de desintoxicación, pero tenía miedo a que la gente se enterase. Decidí irme a una casa que tiene mi madre en El Rocío", ha explicado, cargando contra la tonadillera a la que, en cierto modo, culpa de sus adicciones: "Fue la única vez sentí a mi madre a mi lado. Luego no volvió a preguntarme nunca más cómo estaba, cómo me sentía, si lo había vuelto a hacer o no... Si mi madre hubiera estado más atenta yo no hubiera tenido cientos de recaídas", ha asegurado.
Muy dolido con la tonadillera (el programa fue grabado hace meses, cuando todavía no había fallecido doña Ana ni el Dj se había reencontrado con su madre) Kiko confesaba que "sigo amando a mi madre, era mi ejemplo a seguir y tengo que asimilar todo lo que está pasando". "No soy el hijo perfecto, pero jamás he tenido una palabra hacia ella, hasta que por mis propios ojos vi que la que no me respetaba era ella”, ha añadido, develando que fue su abuela quien le dio "besos, abrazos y consuelo" en su infancia: "Si quieres que hablemos de amor, tenemos que hablar de mi abuela, no de mi madre. Esa era la que me daba amor. Ser madre no solo es parir. Parir puede hacerlo cualquiera. Ser madre, no”.
Más sincero que nunca, Kiko ha contado por primera vez qué pasó cuando estalló su guerra con Isabel Pantoja a finales de 2020, desvelando que "tuve una recaída. Me refugié en la cocaína, nuevamente". "Al final somos débiles y la droga destroza al débil. Yo he sido drogadicto. Empecé a consumir con 17 o 18 años y he tenido épocas que he llegado a consumir hasta 4 y 5 gramos de cocaína al día. A día de hoy estoy bien aunque tengo el demonio en el hombro", aunque si algo tiene claro es que no recaerá porque "es algo que mis hijas no pueden ver y menos de su padre".
Hablando de sus pequeñas, Kiko ha hablado - al igual que hizo hace una semana en el programa de Bertín Osborne - del rechazo que sintió por su hija menor tanto antes de su nacimiento como cuando llegó al mundo por encontrarse hundido a causa de sus adicciones. "Yo estaba muy mal y no aceptaba ese embarazo. Los nueve meses no toqué la barriga ni una sola vez. No la quería, incluso, el día de su nacimiento tampoco. Pero, poco a poco, me fue ganando", ha confesado con lágrimas en los ojos, desvelando que aunque quiere a sus tres hijos "por igual", "mi Carlota ella solita cada día me ha ganado, es la más cariñosa".
Kiko se sincera sobre su situación económica
Además, Kiko ha hablado de cómo está su economía después de una temporada complicada en la que, sin apenas ingresos a causa de la pandemia, se lamentó por no haber sabido administrar la fortuna que ganó hace años.
"Ahora me va bien. Hago entre 80 y 100 bolos al año y gano entre 4.000 y 7.000 euros, depende. Pero no siempre me ha ido bien. Me he arruinado dos veces en la vida. A los 22 estaba arruinado y después me volví a arruinar", ha contado Kiko ante un alucinado Jesús Calleja, que no daba crédito cuando el Dj, tan claro como de costumbre, ha desvelado lo que ha ganado en su vida y cómo lo despilfarró: "Habré ganado en mi vida entre 7 u 8 millones de euros, pero tenía 10 coches en mi casa, tenía barco, moto acuática Llegué a cobrar hasta 25.000 euros oir dos horas de fotos y he llegado a salir del bolo sin pasta. Invitaba a todo lo que te puedas imaginar a mis amigos. Aviones, hoteles, comida, fiesta... Todo lo derrochaba. Luego cambié y me quité de las malas amistades".