MADRID, 20 May. (CHANCE) -
Elena, la madre de Adara, se subía este martes a El puento de las emociones en Supervivientes 2020 para enfrentarse a sus fantasmas del pasado. Visiblemente nerviosa, la superviviente admitía que le daba mucho miedo enfrentarse a esta situación.
Con el apoyo de Lara Álvarez, Elena comenzó a narrar una situación de lo más delicada durante su infancia: "Érase una vez una niña que tenía una familia maravillosa, de cinco hermanos, un papá y una mamá. Pero esta niña tenía un defecto: no sabía enfrentarse, era disléxica y tenía falta de concentración. Su madre no lo entendía y pensaba que se portaba mal. Su mamá usaba la correa para intentar que esa niña hiciera las cosas bien".
Y añadía: "No sé si hay culpables porque cuando no se entiende lo que pasa o piensas que esa es la forma de educar correcta, no hay culpables. Es verdad que llevo mucho dolor, pero amo a mi madre más que a mí misma".
ELENA: "CADA CORREAZO QUE ME DABA HACÍA QUE YO ME HICIERA MÁS PEQUEÑA"
Un dolor que se le ha quedado marcado para siempre en su corazón: "Cada correazo que me daba hacía que yo me hiciera más pequeña. Hacía que yo dejara de existir y que hubiera un monstruo que me atormentara diciendo que no iba a ser capaz de hacer ni decir nada".
Y en cuanto a cómo se sentía ella de culpable, Elena pedía perdón públicamente a sus hijos: "La culpa va por mis hijos. La culpable de meter mierda en cada ocasión fui yo. Fui culpable por no darme cuenta antes de lo que pasaba. Nunca he hablado con esto de vosotros pero hay cosas que yo no tenía que haber permitido y como madre soy culpable".
Un relato muy duro que emocionada a Lara Álvarez. La presentadora no podía evitar llorar y se fundía en un bonito abrazo con la superviviente: Es muy duro lo que has contado, te voy a dar un abrazo, no tenía ni idea.