MADRID, 27 Sep. (CHANCE) -
Por si fueran pocas las tramas que hay dentro de la casa de Gran Hermano VIP 7, el Maestro Joao ha creado una nueva pero fuera de la casa. De todos es sabido que está -o eso dice él- locamente enamorado de su pareja, Pol Badía, exnovio de Adara. Lo cierto es que su relación ha tenido altos y bajos, sobre todo cuando unas fotografías comprometedoras del novio del vidente y el actor Fernando Tejero, salieron a la luz en una portada de una revista de tirada nacional. Desde entonces, muchos han sido los que han asegurado que la relación que ambos mantienen es de interés o que incluso es un montaje.
Ayer vivimos una de las situaciones más extrañas en el plató de GH VIP 7. Emitieron un vídeo en el que el Maestro Joao le confesaba a Kiko Jiménez y Adara que tenía miedo de que se filtraran cosas de su vida personal. Los dos concursantes no entendían muy bien a qué se refería el vidente y le preguntaban qué es lo que quería decir: "Yo no tengo miedo de lo que pueda hacer él, el malo de esa relación soy yo, yo le he sido infiel y no lo sabe. Tengo miedo de que salga esa información mientras que yo estoy aquí".
Mucho sentido no tiene. Si tu no quieres que tu pareja se entere de algo que has hecho a espaldas suyas, no lo cuentas en una reality en el que sabes que te están grabando las 24 horas del día. Pol Badía se ponía a 'llorar' en el momento en el que le enfocó la cámara y lo ponemos en comillas porque lo cierto es que no vimos ni una lágrima.
¿Montaje a la vista? No sabemos si esto ha sido una cosa premeditada entre ambos para tener una razón por la que zanjar su relación o por el contrario, ha surgido de manera natural, pero lo cierto es que muy raro nos parece todo. Pol Badía aseguraba que no se esperaba en absoluto esta actitud por parte de su todavía pareja: "No estábamos bien, no estábamos atravesando un buen momento, no quería hablar de esto pero como él lo ha dicho no tengo otro remedio. Ya no hablábamos como antes ni estamos como antes, en agosto no nos hemos visto ni una vez en todo el mes. Estuvimos tres semanas sin hablarnos. El entró a la casa y la situación era: tú haz tu concurso, valora si me echas de menos o no y después hablamos, pero no imaginaba esto que acaba de decir. Estoy flipando".