MADRID, 30 Oct. (CHANCE) -
Un total de 113 cambios realizados y 371 aspirantes que han tratado de emocionar a los expertos en moda con sus conmovedoras historias y que han demostrado que renovar y modernizar la imagen es el primer paso para transformarse por dentro y hacer realidad los sueños. Desde su estreno en Telecinco el pasado 15 de junio, Cámbiame, el make over diario conducido por Marta Torné que se ha convertido en una cita diaria para más de 1,3 millones de espectadores, cumple 100 emisiones en Telecinco hoy, viernes 30 de octubre.
CHANCE habla con la polifacética actriz catalana, que atraviesa uno de sus mejores momentos profesionales -compaginando televisión, teatro y su salto internacional en la serie de la BBC 'The Night Manager' - y personal - contrajo matrimonio el pasado mes de junio con el director teatral Roger Gual -. Nos cuenta cómo ha sido la experiencia del programa de tira diaria hasta la fecha; la buena acogida de la audiencia; la relación con los estilistas, Pelayo, Natalia y Cristina; y del duro golpe que ha supuesto la muerte de su perro, Rufus.
CH: ¿Cómo ha sido la experiencia de Cámbiame hasta ahora?
MT: Pues se me ha hecho muy corta y creo que eso es buena señal, síntoma de que me lo paso muy bien haciendo el programa, pero también hemos conocido en el programa historias muy duras y complejas, con experiencias muy difíciles, con personas que han superado situaciones complicadas y que nos dan una lección de vida. Intento aprender y disfrutar de la experiencia de conocer a mucha gente diferente y maravillosa.
CH: Tú, que tomas ese papel un poco más secundario, ¿qué es lo más te ha llamado la atención de las personas que se presentan?
MT: En general, hay algunos programas son muy divertidos, otros son más frívolos, pero en general no son así. El denominador de Cámbiame es gente que, por los motivos que sean, no se dedican el tiempo para ellos mismos. Al final, lo de menos es que lleves una zapatilla deportiva o un tacón, porque si estás bien contigo mismo, eso es lo de menos. El problema es cuando no estás cómodo en esa situación o tienes la autoestima baja. Hay muchos factores que, al final, llegan al mismo punto que es gente que necesita una inyección de autoestima o un día de cuidados y mimos, o simplemente verse un día guapo para hacer un punto de inflexión en sus vidas. El programa podría haber ido más por la parte frívola, porque al final la gente lo que quiere ver es lo guapos que salen -ahí están todos los espacios estadounidenses que emiten en Divinity -, y la dirección del programa ha tratado de ayudar a estas personas. No somos psicólogos, pero queremos entender los motivos por los que están así. La gran mayoría sale con luz en los ojos y con ilusión. Ha habido uno o dos casos que nos han salido mal, como Carmen, que no hubo manera que se gustara, pero esto son excepciones. Me gusta que se cuenten también las cosas cuando no salen bien, que no se intente de tapar, porque aquí todo es verdad.
CH: ¿Crees que la decisión de emitir un arrepentimiento como aquel fue un acierto?
MT: Sí, pero me gusta mucho que haya sinceridad. Cuando vienen las personas a cambiarse, necesitamos que ellos también sean sinceros porque es lo justo. La televisión es cada vez más real, no solo con los realities, la gente quiere ver historias de verdad y por eso la televisión apuesta por ello. Y yo lo celebro porque me parece acertado. Prefiero mil veces que suceda así.
CH: ¿Esperabas esta acogida?
MT: No. Supongo que al final piensas, sin ser catastrofista, que hay posibilidades de que no funcione. Si es verdad que desde un principio es un programa que yo seguramente hubiera visto desde casa. Me parece que la franja horaria es un acierto porque para mí es el segundo prime time del día. La gente pone la televisión cuando va a comer y está pensado para abarcar un target muy amplio que va desde el joven a la gente mayor. Estamos supercontentos. Soy la mejor parada de horarios y días de grabación porque el equipo se está metiendo una paliza tremenda. Pelayo, Cristina, Natalia, producción, peluquería, maquillaje, pedicura, estilistas están dándolo todo, es una alegría que vaya bien.
CH: Cuando te vimos en la presentación algo cansada, recién incorporada, tu boda ¿has podido descansar algo en este tiempo?
MT: No, además murió mi perrito hace unas semanas. Rufus, que era mi gran apoyo, estuvo muchos meses luchando contra una enfermedad y sin poderle dedicar tiempo. Sí es verdad que he llorado tanto con la pérdida de Rufus, que me he quedado vacía y aliviada, creo que he sacado el cansancio por ahí. Ha sido terrible, todavía me cuesta hablar. Sigo con este trajín, la semana que viene tengo dos programas, tengo función de 'El ministro' en Soria y otra historia de teatro, con lo que tendré que ir a trabajar a la seis de la mañana para que me dé tiempo a todo porque no quiero fallar en nada. Me da miedo faltar a algo y quiero intentar hacerlo todo. Después de 'Hable con ellas' bajó un poco el ritmo de trabajo, la verdad es que no he vivido nunca esa etapa en la que no te llama nadie, pero estuve tres meses que no salía nada y no quiero que vuelva a pasar esto.
CH: ¿Apostáis por el low cost?
MT: Sí, claro. Además, no todo el mundo tiene el mismo dinero y no todo el mundo está dispuesto a gastarse 2.000 euros en un bolso. Conozco gente que tiene dinero y no le parece ético, que eso es otro debate. Me parece bien que se haga así. Una de las cosas que me gusta del programa es que las marcas no se publicitan porque entonces el espacio podría convertirse en un reclamo publicitario. Me motiva que se den consejos. Mi madre, que es una fiel seguidora del programa y que no tiene ni idea de moda, me dice que el programa le ha dado muchas cosas que antes no sabía. Que es lo ideal para disimular la cadera, cómo vestirte para ciertas situaciones* Es cierto que esto está en las revistas hace mucho tiempo, pero no todo el mundo es consumidor de ese tipo de publicaciones.
CH: Acabas de dar el salto a la ficción internacional junto a Antonio de la Torre en una nueva producción de la BBC. ¿Has tenido alguna oferta en este tiempo?
MT: Tengo una propuesta para hacer cine, es una película que esta por confirmar. Lo único que te puedo decir es que hay un intérprete internacional maravilloso, pero de momento no quiero ni pensarlo. Lo primero porque es muy difícil, aunque estoy entre una y pocas opciones más, y lo segundo porque eso supondría buscar una sustituta para Cámbiame o no sé cómo lo haríamos. Estaría en todas las secuencias y no podría duplicarme. Yo ahora estoy muy feliz con el programa y si sucede, ya veremos qué se puede hacer.
CH: ¿Has tenido algún momento tierra trágame?
MT: Un día hubo una señora que pensó que hablábamos de ella y que nos estábamos riendo, cosa que era imposible que sucediera, y le dio un ataque y se marchó. Retomamos el programa y se oían unos gritos tremendos y mi cara era un poema. Creo que lo resolvimos bastante bien, evidentemente explicamos lo que había pasado.
CH: ¿Cuál de los tres estilistas te gustaría que te hiciera un cambio?
MT: Natalia me encantaría que me hiciera un cambio de día porque es súper estilosa y comodísima; Pelayo un cambio para un cocktail, tarde-noche o una cita; y Cristina que me hiciera un cambio para al alfombra roja.
CH: ¿Habéis hecho piña como en Hable con ellas?
MT: No es lo mismo porque no somos cuatro chicas. Pero sí que nos llevamos muy bien y quedamos para ver el programa. Somos generaciones diferentes y creo que he entonado con todos, estoy un poco en medio de los tres.
CH: ¿Qué rótulo elegirías?
MT: Es que no quiero cambiar, pero sería algo así como un cambio para los Premios Goya. Para una ocasión muy importante.
CH: ¿Eres presumida?
MT: Sí, mucho.
CH: ¿Sigues la moda?
MT: Lo normal, no en exceso. Utilizo la moda según me conviene para sacarle partido a las cosas que me quedan muy bien, porque hay otras que me quedan muy mal.
CH: ¿Habéis podido celebrar la luna de miel?
MT: No, que va. Creo que llevo desde julio del 2014 que no tengo más de dos o tres días libres. En la boda estaba muy cansada, no tuve tiempo de prepararlo bien, como las pruebas de maquillaje, peluquería, los tratamientos... y, de repente, llegó el programa y no pude hacer nada de aquello. Es lo que hay.
CH: ¿Estás contenta con tu trayectoria?
MT: Claro, no me puedo quejar. El vaso está medio lleno.