MADRID, 9 Jul. (CHANCE) - Desde que anunciase que dejaba el legado de Gran Hermano en manos de Jorge Javier Vázquez, el público se ha volcado con Mercedes Milá. "Que avalancha de mensajes, ni siquiera puedo leerlos, no me da tiempo, muchísima gente que quiere llegar para decirme no te vayas. Es maravilloso, nunca piensas que provocaba hasta ese punto", confesaba agradecida. La presentadora tras 16 años al frente del reality con más éxito de la televisión decidía emprender nuevos retos profesionales y comenzar una nueva etapa. "Lo pensé mucho, le di muchas vueltas. Solo me lo replantee cuando Pilar me dijo, no puedes hacernos esto, me lo replantee por amor y fidelidad a Zeppelín, pero al no cumplirse las condiciones y no ser una oferta concreta no ha salido. La gente entiende que tengo que hacer otras cosas, que quiero hacer otras cosas, me podría jubilar porque tengo 65 años, pero no estoy cansada, tengo muchos planes". Mucho se ha hablado de cómo fue ese encuentro entre Mercedes Milá y Paolo Vasile, lo que la periodista ha querido aclarar. "El día que quise decir que Vasile me había hablado por teléfono y que luego había publicado la nota de prensa sin vernos al comer como teníamos previsto lo dije", a lo que quiso añadir, "él es el jefe y yo me tengo que aguantar... Vamos a comer, no se habla de Gran Hermano, yo tampoco le pregunto nada y aquí paz y después de gloria, la vida por delante". Mercedes Milá está segura de que Jorge Javier Vázquez sabrá mantener viva la esencia de Gran Hermano, a pesar de que ha dejado un listón muy alto y difícil de superar. Mientras tanto, la periodista continúa su carrera centrándose en nuevos compromisos profesionales y en la lucha contra el tabaco en la que siempre la hemos visto muy activa. La presentadora se ha convertido en la madrina de excepción del libro Licencia para matar de Carles Escolà, que relata las presiones de la industria tabaquera y que hace un llamamiento para sensibilizar sobre todo a los jóvenes contra esta adición.