MADRID, 20 Dic. (CHANCE) -
Mila Ximénez ya está fuera de la casa. No sabemos si esto es motivo de alegría, que creemos que sí, o no, pero lo cierto es que la colaboradora de Sálvame ha aguantado los tres meses de encierro mejor de lo que esperábamos. Aunque los primeros meses de concurso no paró ni un solo día de quejarse y de decir que quería abandonar la casa de Guadalix de la Sierra, la periodista cambió su mentalidad un mes antes de la final. Esto le ha salvado de mucho ya que ha conseguido empatizar con el público, e incluso entretener a la audiencia.
Su llegada a plató fue de lo más emocionante posible. Se reencontró con su gran amigo Jorge Javier Vázquez, ya que le había dicho que le había echado mucho de menos, y con su hija Alba, a la que adora. La periodista llegó mareada a plató, pero con una sonrisa de oreja a oreja y no es para menos, porque ni ella misma pensó que podía estar tanto tiempo encerrada, sobre todo los primeros días.
El momento más bonito de su entrevista en plató fue cuando Jorge Javier Vázquez confesaba unas palabras que la hija de la concursante, le había dicho en la intimidad en una de las veces que hablaron por teléfono: "Yo creo que este concurso a mi madre le va a venir bien porque se va a perdonar de una vez". Cuando el presentador dijo en voz alta estas declaraciones de Alba, Mila Ximénez miró a su hija con una mirada cómplice y confesó: "Yo creo que sí, que es hora de perdonarme".
Aunque ninguna de las dos habló de qué exactamente se tenía que perdonar la periodista, entendemos que la vida de la concursante no ha sido nada fácil y ha cometido muchos errores, pero también ha sabido remontarse como nadie. Por eso, Mila Ximénez tiene que estar muy orgullosa, no solo de su paso por GH VIP 7, sino de la capacidad que ha tenido siempre para tirar con todo lo que tenía y más.