Najwa Nimri: "Nadie me conoce por la calle, me transformo y no me reconocen"

   MADRID, 5 Jul. (CHANCE/Sheila Domingo) -

   Najwa Nimri lleva dos décadas haciendo cine, siempre como la chica mala de la película, y así ha irrumpido en la pequeña pantalla, siendo la más temida de Vis a Vis.

   Bajo el nombre de Zulema, la actriz ha construido un personaje que poco tiene que ver con ella, ya que ni siquiera la reconocen por la calle cuando sale de rodar.

   Se cambia el pelo, se quita las lentillas, se pinta los labios de rojo y se convierte en la madre de Teo, un niño de once años que cada vez se muestra más interesado por el trabajo de su madre.

NAJWA NIMRI: "JUGUÉ MIS CARTAS PENSANDO QUE IBA A SER ODIADA. LO QUE ME HE ENCONTRADO ES MUCHA GENTE SIGUIENDO AL PERSONAJE"

CHANCE (CH): ¿Cómo estás recibiendo todo el apoyo del público?

NAJWA NIMRI (N.N): No me puedo explicar el recibir un apoyo tan grande. Jugué mis cartas pensando que iba a ser odiada para siempre. Lo que me he encontrado es un montón de gente siguiendo al personaje. No me lo esperaba.

CH: Tiene que ser divertido ser tan mala...

N.N: Es muy divertido ser tan mala pero es agotador. Después se va a ir descubriendo que tiene sentimientos. Al principio me divertía mucho, pero a los seis meses estaba agotada. Estoy todo el rato en tensión, esta mujer no se relaja nunca ni hace ninguna broma. Cuando me quito el pelo de la cara, las lentillas y me pinto la boca de rojo ya me puedo poner a hacer bromas. Es muy divertido pero es agotador.

CH: ¿Te enriquece más hacer de mala que de buena?

N.N: Jamás hubiese hecho el papel de buena si me lo hubiesen ofrecido. Estas son las mujeres que me interesan, desde muy pequeña ha sido así. Empecé en 'Salto al vacío' haciendo de una pistolera. Es algo que he intentado hacer durante toda mi trayectoria. Recuerdo desde niña los interrogantes que me hacía, apoyas a la buena al ser blanca y luminosa, pero te haces preguntas sobre de dónde sale la otra.

CH: De cara a la segunda temporada, ¿crees que se puede ser peor?

N.N: Solo estoy pidiendo a los guionistas que no me hagan mejor. Es mi único ruego.

"NADIE ME CONOCE POR LA CALLE, ME TRANSFORMO Y NO ME RECONOCEN"

CH: ¿Qué te dicen cuando te paran por la calle?

N.N: Nadie me conoce por la calle, me transformo y no me reconocen. Me quito las lentillas, el maquillaje y me echo todo el pelo para atrás. Tengo todo el pelo ondulado y no me reconocen. Hago un ejercicio muy serio de composición, cambio mucho para crear mis personajes. No llevo gafas y gorras de sol, sino que verdaderamente no parezco yo. Soy una transformista nata.

CH: ¿Tenías ganas de vacaciones?

N.N: Llevo ya algunos días. Ahora me iré a Port Aventura con mi hijo y tres niños más, eso sí que es descomprensión.

CH: ¿Tienes ganas de retomar la música o el cine?

N.N: Tengo proyectos de cine y creo que estreno disco en octubre. El 29 de julio voy al Teatro Price con Carlos Jean. Somos bichos de computadora y lo nuestro es la música electrónica.

"ESTA SERIE ES LO ÚNICO QUE LE HA INTERESADO A MI HIJO DE TODO LO QUE HE HECHO"

CH: ¿Te ha visto tu hijo caracterizada del personaje?

N.N: Esta serie es lo único que le ha interesado a mi hijo de todo lo que he hecho. Como el resto de mis amigos más cercanos no ven la serie porque son así de guays, no puedo compartirlo con nadie más que con mi hijo. Pero no es una serie para su edad y hay muchas cosas que no puede ver, pero sus amigos si lo ven. Tengo que estar omitiendo cosas. Lo que más atemoriza a los niños es todo lo que tiene que ver con la sexualidad, como no tengo trama sexual ni novia, mi hijo está encantado.

CH: ¿Presume mucho de ti en el colegio?

N.N: Está orgulloso. Pensaba que iba a ser todo lo contrario y me ha sorprendido mucho. No sé si es algo positivo. Compartir el trabajo con mi hijo es enriquecedor, pero porque lo vive como si fuese una broma. Lo de quemada fue muy duro, tenía que explicarle que era todo mentira porque él me preguntaba si realmente eso no me dolía. Va entendiendo cuál es mi trabajo pero se lo tengo que ir explicando. Le impresiona mucho pero después se pasa a jugar a la consola, es un niño.