Paolo Vasile: "Se puede leer un ensayo de Kant y luego ver un rato Sálvame"

PAOLO VASILE se descubre para la revista GQ
Foto: GQ
Actualizado: martes, 1 julio 2014 16:53

MADRID, 1 Jul. (CHANCE) -

   Desconocido y enigmático, Paolo Vasile lleva 15 años al frente de Mediaset y ahora se abre en una entrevista para la revista GQ. Sus comienzos en el mundo de la televisión no fueron en los despachos sino cargando camiones llenos de cintas. Su carrera profesional creció de la mano de Silvio Berlusconi y ahora hace una balance de todos estos años en nuestro país: "Estos años han sido maravillosos. He tenido todo tipo de emociones, no sólo por el desarrollo del trabajo, que ha sido satisfactorio, sino porque se han muerto mis padres, mi suegra. En lo profesional, los resultados de la compañía son objetivos: estamos vivos. Hemos generado trabajo y no hemos mandado a casa a nadie a pesar de la crisis. Eso sí, no me esperaba ser insultado ni convertirme en una persona conocida".

   Cuando se le pregunta por las diferencias entre la España de hace 15 años y la de hoy, Vasile lo tiene claro: "Cuando llegué me impresionó por su brillantez. La primera parte de estos años he visto una España que pensaba que era rica, riquísima, y no lo éramos; y luego pobres, y tampoco somos tan pobres. El golpe ha sido duro por bajar de la altura a un agujero que no es tan profundo como creemos. Después de un periodo de sufrimiento está demostrando ser capaz de llegar a niveles de excelencia. Antes se gastaba lo que no se tenía y ahora no se gasta, la gente que tiene dinero, claro, y es necesario que lo hagan. De esta crisis España sale más madura, segura, y es el primer país del sur que ha salido de la crisis. No estamos en bonanza, pero esta recuperación es sólida y por eso lenta"

   Paolo ha dicho más de una vez que si hiciera la televisión que vería como espectador, sería una ruina y que no trabaja para la gloria sino para el éxito. La revista GQ le ha preguntado hasta dónde se puede llegar para alcanzar el éxito y el consejero delegado asegura que: "La audiencia es imparcial, no te la regala nadie y no la produce algo que pueda hacer daño. Ni comparto esa idea según la cual los ciudadanos son listos cuando votan y unos imbéciles cuando ven la televisión. El ciudadano es el mismo: puede leer un ensayo de Kant, luego ver un rato Sálvame y además votar. Es como decir que las elecciones no valen porque la gente es tonta. La función pedagógica del medio me da miedo, es propia de estados totalitarios. El límite lo pone el ser humano"

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