Pekin Express: Los primos frikis le regalan 'un calvo' a Priscila y Jonan

   MADRID, 11 May. (CHANCE) -

   Los concursantes de Pekin Express: La Ruta de los Elefantes se han enfrentado a la sexta etapa, una de las más difíciles de todo el concurso, debido su larga extensión: 400 kilómetros hasta llegar a la meta.

   Otra de las razones por las que esta etapa ha sido una de las más duras ha sido la prueba del veneno del dios Shiva, que consistía en que todas las parejas menos aquella que consiguiera un antídoto, debían beber un 'manjar' elaborado con larvas de gusano y curry y testículos de cabra.

LOS PRIMOS FRIKIS LE REGALAN 'UN CALVO' A PRISCILA Y JONAN

   Un programa que nos ha dejado muchas anécdotas, entre las que destaca 'el calvo' de Nabil, uno de los primos frikis, dedicado a Jonan y Priscila. Un saludo que no sentó nada bien al Instagramer: "Nos están enseñando el culo los p***s cerdos", le dijo Jonan a su compañera.

   Y es que la pareja de éxito en las redes, Priscila y Jonan, fueron descubiertos haciendo trampa en la etapa anterior. Su estrategia para conseguir que un conductor les llevase hasta la meta era asegurarles que cuando llegaran a España les pagarían el transporte. Sin embargo, ellos desmintieron ante la cámara que fueran a importarles el dinero. Por lo que la directora de la carrera, Cristina Pedroche les comunicó que estaban infringiendo las normas del programa.

BLANCA Y PEPE, DE ARISTÓCRATAS A OVEJAS NEGRAS

   Sus principales enemigos, los aristócratas Blanca y Pepe, estaban seguros de que la mayoría de concursantes querrían castigar a Jonan y Priscila por haber hecho trampas engañando a los conductores. Sin embargo, para su sorpresa, ellos fueron la pareja elegida como ovejas negras, de nuevo. Estas votaciones no sentaron nada bien a Pepe que se enfadó sobre todo con los primos, a los que consideraba sus amigos.

El enfado se prolongó después de la tensa asamblea, ya que cuando se cruzaron en la carretera, Pepe le retiró el saludo a los primos, que se mostraron muy indignados ante este gesto de desprecio. Las jerezanas tampoco entendieron la actitud de Blanca y Pepe, ya que ellas aseguran que son la pareja más fuerte y esa es una razón muy justificada para votarles.

   Pero no todo ha sido malo para los amigos aristócratas, ya que más adelante consiguieron encontrar alojamiento con una familia que les ofreció una suculenta cena con la condición de que lo hicieran con la mano derecha. "La mano izquierda para el culete", respondió el divertido Pepe cuando la mujer de la casa le explicó que en su cultura no pueden utilizar la mano izquierda.

MATÍAS Y NABIL, GANADORES DE SU PRIMER AMULETO

   Por su parte, Matías y Nabil, no tuvieron tanta suerte a la hora de encontrar estancia para dormir. Los primos frikis pasaron la noche entre una habitación de cuatro paredes sin nada de mobiliario y le dedicaron una graciosa canción a la 'lujosa suite'. Sin embargo, fueron más afortunados al final de la etapa, ya que aunque llegaron en segunda posición, se hicieron con el amuleto, debido a que Blanca y Pepe fueron los más rápidos pero al ser ovejas negras, tuvieron que descender un puesto en el ranking. "Le voy a comprar 5.000 euros en bragas a mi madre".

   LAS PULPEIRAS ABANDONAN LA CARRERA DE PEKIN EXPRESS

   La sexta etapa acabó con la despedida de las pulpeiras Vanessa y Andrea, que llegaron las últimas a causa del hándicap con el que tuvieron que cargar los 400 kilómetros, que consistía en que un 'hombre-tigre', que acaparaba la atención de los ciudadanos, les acompañara a todas partes. El 'hombre-tigre' ralentizó la carrera de las pulpeiras, pero tambien les hizo reír con su "bote de tetitas" cuando iban montados en un camión.

CRISTINA PEDROCHE, VESTIDA COMO UNA AUTÉNTICA MARAJANÍ

   En el sexto programa pudimos ver a una Cristina Pedroche muy animada, adentrándose cada vez más en la cultura India. La directora de la carrera se divirtió entre los telares y se atrevió incluso a intentar confeccionar un Sari, el típico traje indio. Y más tarde dejó que varias mujeres se lo pusieran, y pudimos verla vestida como una auténtica marajaní.