Roberto Manrique: "En España se ven más culebrones de los que aceptan"

MADRID 7 May. (Por Irene Díaz) -

Roberto Manrique es la estrella de 'Flor Salvaje', la nueva telenovela de moda en nuestro país. Su arrollador éxito de la mano de Antena3 Nova, ha animado a este guapo ecuatoriano de treinta y tres años a visitar nuestro país. Entre temporada y temporada de la serie ha aprovechado para dejar los estudios de Telemundo en Colombia y probar suerte en España estudiando interpretación.

Roberto era un publicista de éxito en Ecuador, su país natal cuando decidió dejarlo todo e ir en busca de su verdadera vocación, de espíritu aventurero y con muchas ganas de conocer la mente humana, encontró en los personajes todo lo que buscaba. Lleva nueve años en el camino de la interpretación trabajando sin parar y promete dar mucho que hablar.

- ¿Como afrontas tu debut en España?

- Es la primera oportunidad que me dan de trabajar en España y estoy muy ilusionado con la experiencia. 'Herejía' es una nueva obra de teatro escrita por Ángel García Crespo que cuenta la historio de Mario, un hombre que invita al público a cuestionarse si resignarse con vivir la vida que le ha tocado o cambiar la realidad que le rodea.

- En tu caso no hay duda, apuestas por cambiar la realidad que te rodea...

- Sí, tengo las ideas muy claras en ese sentido, soy un idealista extremo, estoy convencido de que podemos transformar nuestra vida en lo que queramos, entre otras cosas porque yo lo he conseguido. Para llegar donde estoy lo primero que he tenido que hacer es creer en mí y confiar en poder lograrlo. Estudié otra carrera, tenía mi propia empresa y funcionaba bien. Todo parecía encaminado a demostrar que sería un publicista destacado en Ecuador sin embargo yo no me sentía lleno, por eso un día decidí cerrarlo todo y marcharme. Ni si quiera sabía que quería ser actor, pero tenía claro que aquella vida no me satisfacía y la abandoné. La actuación la descubrí a través de un taller den interpretación y quedé enganchado.

- ¿Te gustaría seguir trabajando en España?

- Me encantaría pero no son mis planes inmediatos, vine a estudiar un mes y después recorrer Alemania, Italia y Suiza antes de volver a seguir rodando 'Flor Salvaje' con Telemundo pero me ha surgido la oportunidad de hacer esta obra y he decidido quedarme un tiempo. Mi siguiente compromiso es en Guayaquil, allí voy a interpretar 'Arte' de Yasmina Reza y tengo un contrato de exclusividad con la cadena Telemundo para rodar dos telenovelas más.

- ¿Qué te ha gustado más de España?

- La historia que se respira en sus calles, allí en Ecuador no tenemos eso. Me encantó visitar el Museo del Prado y descubrir tanta historia entre aquellos cuadros. Los españoles tienen fama de ser rudos allá en Ecuador pero no me lo han parecido, son gente encantadora.

- ¿Qué te da la interpretación?

- Para mi es una aventura hacia el mundo interior, me ayuda a crecer como persona. Fue mi psicóloga la primera que me recomendó apuntarme a un taller de interpretación, a partir de ahí descubrí que aquello además de obligarme a mirar dentro de mi, me llenaba completamente y llevo ya nueve años dentro de este mundo.

- ¿Te preocupa el futuro?

- Tengo mis momentos de duda pero no es algo que me atormente, he sido un hombre muy afortunado. Comencé en Ecuador con mucha facilidad, dije que quería ser actor, entré en un taller de interpretación, me salió trabajo y no paré en tres años pero luego decidí probar suerte en Colombia y allí tuve que empezar de nuevo desde cero y pasé dos duros años durísimos hasta lograrlo pero estoy convencida que dejarme llevar por el miedo sólo empeoraría las cosas.

- ¿Qué tienes que ver con Sagramento?

- Bastante, se trata de un tipo que trata de hacer las cosas bien, busca el bien común y su intención es que las cosas vayan adelante, aunque en el camino se confunda. Esa actitud la comparto con él. Soy también muy terco, Tauro de nacimiento pero no celoso, nunca he sentido celos en mi vida, no sé lo que se siente.

- ¿Te ha sorprendido ser conocido en España?

- No, a través de las redes sociales ya sabía que la serie había tenido mucho éxito pero pensaba que se trataba sólo de público latino y resulta que no, me paran españolas por la calle y no sólo señoras sino también jóvenes. Estoy llegando a la conclusión de que las españolas ven más culebrones de los que aceptan.

- ¿Qué te gusta hacer cuando no estás trabajando?

- Me encanta hacer deporte, especialmente correr pero también hago malabarismo.

- ¿Echas de menos a la familia?

- Soy poco de eso pero tengo quince sobrinos maravillosos, mi familia es muy cercana, estamos muy unidos. Para mi son el gran tesoro, de lo que más me enorgullezco.

- ¿Qué buscas en una pareja?

- Poco, he pasado más tiempo soltero que en pareja, cuando empiezo una historia con alguien me gusta que se base en la amistad, que hay complicidad y conexión además de atracción. Me gusta que mi pareja me ayude a crecer y no al contrario. Huyo de los conflictos, antes de que las cosas empiecen a fallar prefiero estar sólo, soy muy independiente en este sentido.

- Te atrae mucho la psicología...

- Mucho, se me pasó por la cabeza estudiar psicología cuando tenía unos dieciséis años y mi padre, que era cardiólogo, me dijo que ni se me ocurriera, que en todo psiquiatra.

- ¿Y entendió que quisieras ser actor?

- Sin problema y no era fácil entenderlo, en aquel momento allí en Ecuador se estaba haciendo una película al año pero sólo me pidió que hiciese lo que hiciese buscase la excelencia.

- ¿Te ha abierto puertas la belleza?

- Seguro, vivimos en un mundo en el que la belleza abre puertas, vivas donde vivas y trabajes donde trabajes. En la televisión mucho más pero no son todo ventajas, existe el riesgo de que sólo te identifiquen con eso, que no es nada mas que una fachada y pongas tu valor en eso. Puede llegar a limitarte como actor por eso trabajo mucho, para salirme de la etiqueta de galán. No me gusta que me identifiquen con esa figura, como actor puedo hacer de galán pero también sacar mi lado más oscuro y sucio.

- No eres vanidoso...

- Un poco, tengo mi cuota pero no se me escapa de las manos ni siento que sea mi única carta de presentación