MADRID, 8 Nov. (CHANCE) -
Recta final de 'En el nombre de Rocío', que este lunes ha emitido su penúltimo capítulo, el 13. Un episodio centrado en el museo de Rocío Jurado en Chipiona, y en el que Rocío Carrasco ha vuelto a explicar que si el gran deseo de su madre - tener su propio museo en su tierra natal - ha tardado tantos años en materializarse fue porque "no estaba dispuesta" a que el nombre de la artista "se vinculase a irregularidades": "Mi única condición es que abriese en las condiciones que ella se merecía".
Unas declaraciones con las que una vez más tira por tierra los argumentos de su familia mediática, que siempre la han acusado de no abrir el museo por motivos económicos. Harta de que se especule con la cantidad que cobra por parte del Ayuntamiento de Chipiona por exponer los recuerdos de su madre, Rocío ha dejado claro que "nunca he discutido de dinero con el Ayuntamiento en mi vida" y ha explicado que ella no se lleva un porcentaje de la venta de entradas, sino que "tengo un convenio firmado de 150.000 euros por los cinco años de acuerdo que hay por el momento para que el museo esté abierto. Es decir, 30.000 euros al año, una cantidad similar a la de los museos de otros artistas como Camarón o Paco de Lucía".
Un museo que, según Amador Mohedano, está siendo "un fracaso" - así lo ha afirmado en un audio emitido en el programa - desde su apertura el pasado 7 de julio; unas declaraciones a las que la hija de Rocío Jurado ha respondido con contundencia revelando el elevado número de visitantes que han podido conocer ya el museo, que ha generado un gran interés entre todos los seguidores de 'La más grande' y que, hasta el momento, han generado 243.000 euros de ingresos al Ayuntamiento teniendo tan solo en cuenta los 9 euros que cuesta la entrada: "6000 visitantes en julio, 8.600 en agosto, 7.400 en septiembre y 5.000 hasta el 20 de octubre. 27.000 asistentes en 4 meses".
Una cifra más que considerable que no deja de aumentar, y por la que Rocío no ha dudado en arremeter una vez más contra Amador Mohedano, al que no ha dudado en llamar "frustrado" por decir que el museo no ha cumplido con las expectativas: "Ahora Amador es representante y vidente. Dice que quiero vivir del museo porque él sí tenía esa visión de vida y pensaba vivir del museo. Al final es un frustrado, pero yo no tengo la culpa de que no haya servido más allá que para acompañar a su hermana", ha sentenciado.
Sin embargo, y aunque muchos piensan que fue ella quien 'despidió' a su tío del proyecto del museo, la mujer de Fidel Albiac ha explicado que ella no tuvo nada que ver en la decisión de 'dejarlo al margen' ya que como sostiene es algo que se ganó 'a pulso' el propio Amador: "El alcalde me llamó y me dijo que le habían llegado denuncias de la Policía de que Amador Mohedano organizaba fiestas en el museo a altas horas de la madrugada, así que si me echa la culpa, lo está haciendo de forma errónea, porque yo no he hecho fiestas en el museo hasta las tantas con nadie”. “Yo eso no lo hago porque tengo dos dedos de frente y se que si lo hago, lo que puede pasar es que me echen de mi puesto de trabajo”, ha zanjado muy clara.
Unas declaraciones a las que se supone que el hermano de Rocío Jurado no tardará en dar respuesta, ya que recientemente, y tras declinar una invitación del 'Deluxe' para responder a los ataques de su sobrina, reveló que será cuando acabe la docuserie cuando dará la réplica, con datos y pruebas, a lo que ha contado Rocío Carrasco en los últimos meses. Empieza la cuenta atrás.