MADRID, 14 Mar. (CHANCE) -
Tamara Gorro se enfrentaba hace unos días a uno de los momentos más dolorosos de su vida: su yayo Ernesto se marchaba para siempre después de luchar con problemas en la salud desde el pasado mes de diciembre. Una etapa en la que la influencer ha estado más baja en redes sociales porque su prioridad era él.
El pasado fin de semana ya avisó a sus seguidores que esta semana iba a retomar poco a poco su vida y así ha sido. Hoy la hemos visto en el programa donde colabora, 'Y ahora Sonsoles', y allí, ha ultima hora ha hablado de cómo está llevando esta pérdida.
"Les tengo un poquito de manía a los 37" comenzaba diciendo la colaboradora, que entraba de lleno a comentar que "a mitad de enero ya nos dijeron..." pero se entrecortaba al ver imágenes en la pantalla de su yayo y, sin poder reprimir su emoción, lloraba desconsoladamente: "¡Ay! no puedo verlo, no, no".
Sonsoles retomaba el control de la situación y daba paso a un vídeo explicativo de lo que le había sucedido a la influencer y, a la vuelta, Tamara explicaba que "me cuesta todavía" hablar porque "hace doce días" que ocurrió todo "y a mí se me ha muerto mi padre. Los abuelos tienen un valor tan importante, mis yayos me han criado, mi yaya es mi mitad y mi yayo también".
Siendo consciente de que esto es una situación a la que se enfrentan muchas personas: "No soy la única que le pasa esto", aseguraba que "me estoy permitiendo el estar mal, pero voy a estar bien porque fue un proceso muy duro, pero muy bonito, nos fuimos los dos juntos, me esperó".
Reflexionaba desde plató que "es muy bonito disfrutar de los abuelos" y que ahora le toca "cuidar de yaya, que yo la voy a cuidar, y de mi madre" porque se lo prometió a su abuelo.
La Gorro confesaba que esto "es ley de vida, pero duele" y terminaba agradeciendo a su familia virtual de redes sociales y al programa lo bien que se han portado con ella durante todo este tiempo: "Me han hecho mucha compañía, me han ayudado mucho, pero que puñetero equipo aquí, es increíble, aunque mañana yo no esté trabajando aquí, aquí hay personas muy humanas y me habéis hecho muy feliz y a mi yayo también".