Después de que Íñigo Errejón haya roto su silencio, afirmando que la denuncia de Elisa Mouliaá es falsa y de mala fe, la actriz ha reaparecido completamente sobrepasada. Visiblemente nerviosa, y ocultando su agobio tras unas gafas de sol, Elisa ha salido corriendo de su casa y, en completo silencio, se ha dirigido en un taxi a los Juzgados de Plaza de Castilla. Ante la presencia de medios, la intérprete no ha llegado a entrar en los tribunales, sino que a toda velocidad y ha abandonado el lugar, trasladándose a continuación a un hospital del centro de la capital.(Fuente: Europa Press, Congreso, Sumar)