Irina Shayk se encuentra viviendo una de las etapas más dulces de su vida. En el plano profesional, su carrera marcha a las mil maravillas. La top es una de las modelos más deseadas por los diseñadores y las firmas se la rifan para que sea ella su imagen, és más, a la rusa le está siendo más rentable su amor con Bradley Cooper que su anterior relación con Cristiano Ronaldo.