Konstantin de Bulgaria, muy cercano a la Familia Real y especialmente al Rey, regresaba este domingo a Madrid tras cumplir con un compromiso profesional y, a pesar de que ha reconocido no haber hablado con ninguno de los asistentes a la graduación sí ha admitido que le ha encantado la imagen de unidad que la Infanta Cristina ha transmitido en un día tan importante para su hija Irene.